Actualizado el lunes, 27 marzo, 2023
En 1937, Pablo Picasso pintó el famoso mural ‘Guernica’, que representaba los horrores de la guerra. Esta pintura se convertiría en una de las obras de arte más icónicas de la historia. Pero no estuvo exento de polémica. En 1939, un oficial nazi visitó el estudio de Picasso y le preguntó por qué había pintado una escena tan espantosa. Lo que siguió fue una intensa conversación entre dos hombres de lados opuestos de un conflicto sobre el poder y la importancia del arte.
El 14 de junio de 1940, la 87a división del 18º Ejército Alemán nazi, al mando del general von Küchler, entró con sus tanques a París para ocupar la ciudad. La capital de Francia no sería liberada hasta la entrada de los aliados en la ciudad francesa en agosto de 1944.
El genio pasó la II Guerra Mundial recluido en el París ocupado por los nazis, sin meterse en líos, ni colaboracionista ni resistente, de los brazos de una amante a otra, pintando sin parar aunque no pudiera exponer
Por esa época numerosos artistas y políticos españoles vivían en París tras exiliarse de España. Jorge Semprún (escritor y político español), era uno de ellos. Entonces un escolar con casi 17 años en la capital francesa, participó en una marcha que intentó llegar a la tumba al Soldado Desconocido en el Arco de Triunfo que conmemora el aniversario de la victoria de Francia en la Primera Guerra Mundial, pero los soldados alemanes dispersaron a los manifestantes. Semprún escapó por el metro y más tarde combatió entre los partisanos de la Resistencia, como muchos otros españoles refugiados en Francia después de la Guerra Civil, hasta su detención en 1943 y posterior deportación al campo de concentración de Buchenwald.
Otros españoles, como Pablo Picasso y Pau Casals, se quedaron en Francia en vez de buscar refugio en otro país tras la entrada nazi en el país. Picasso, conocido antifascista, intentó mantener un bajo perfil en París (daba refugio a algunas personas) y Casals daba conciertos hasta 1942 en la parte no ocupada por los alemanes en el sur de Francia.
Un oficial de la Gestapo recibió un chivatazo: había un artista que ocultaba miembros de la Resistencia en su taller. Al ir a inspeccionarlo personalmente no encontró allí a nadie escondido, sólo a Pablo Picasso trabajando. El malagueño había permanecido en la capital francesa a pesar de que era bien conocida la animadversión que los nazis sentían por lo que consideraban «arte degenerado».
Cuentan que un oficial nazi asaltó el piso parisino de Picasso y, al ver una fotografía de Guernica, preguntó al artista si lo había hecho él.
Lo contó el propio Pablo Picasso en 1945.
– «No, ustedes lo hicieron».
El «Guernica» es una de las obras más emblemáticas de Pablo Picasso. Esta obra de arte representa el bombardeo de la ciudad española de Guernica durante la Guerra Civil española en 1937. En el cuadro, se pueden ver figuras distorsionadas y simbólicas que representan el sufrimiento y el dolor que se vivió en la ciudad en aquel momento.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que esta obra de arte fue criticada por un oficial nazi en 1937 durante la Exposición Universal de París. El oficial, que visitó la exposición por orden de Adolf Hitler, se acercó a Picasso y le preguntó: «¿Ha sido usted quien ha hecho esto?». El artista respondió: «No, ha sido usted». Esta respuesta muestra la importancia que tenía el cuadro para Picasso, quien lo consideraba una denuncia de la barbarie y la crueldad de la guerra.
A pesar de las críticas iniciales, el «Guernica» se ha convertido en una de las obras más importantes de la historia del arte. Actualmente, se encuentra en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, donde es visitado por miles de personas cada año.
La importancia del «Guernica» en la cultura popular
El «Guernica» es una obra de arte que ha trascendido el mundo del arte y se ha convertido en un icono de la cultura popular. En la actualidad, es utilizada en manifestaciones y protestas en todo el mundo como símbolo de la lucha contra la guerra y la violencia.
Además, la obra ha sido objeto de estudio y análisis por parte de críticos de arte y expertos en historia. Se ha debatido sobre el significado de cada elemento del cuadro y se ha tratado de entender la complejidad de su composición.
Cómo el «Guernica» ha influido en el arte contemporáneo
El «Guernica» ha sido una gran influencia en el arte contemporáneo. La obra de Picasso ha sido citada por muchos artistas como una de las obras más importantes del siglo XX y ha inspirado a una gran cantidad de creadores.
Uno de los artistas que se ha inspirado en el «Guernica» es Banksy, quien ha hecho varias referencias a la obra en sus trabajos. En una de sus obras, «Bomb Hugger», se puede ver a una niña abrazando una bomba, haciendo referencia a la crítica de Picasso a la guerra y la violencia.
Otro artista que ha sido influenciado por el «Guernica» es Fernando Botero. El artista colombiano ha creado varias obras que hacen referencia a la obra de Picasso, como su versión de «La Familia Presidencial» en la que representa a los líderes latinoamericanos como figuras obesas y distorsionadas.
En resumen, el «Guernica» de Pablo Picasso es una obra de arte emblemática que ha trascendido el mundo del arte y se ha convertido en un icono de la cultura popular. La obra, que representa la crueldad de la guerra, ha sido objeto de estudio y análisis por parte de críticos de arte y ha influenciado a una gran cantidad de artistas en todo el mundo.
Conversación atribuida a Picasso y un oficial de la Gestapo
Según reproduce Huffington Post, en un artículo acerca del 78º aniversario del bombardeo de Guernica, puede que la historia no sea cierta al cien por cien. Pero según el diario:
Los biógrafos del pintor y los historiadores del arte están casi de acuerdo en que se trata de una anécdota exagerada o directamente falsa. Entre los amigos de Pablo Picasso abundaban los objetivos favoritos de los nazis –comunistas, judíos, miembros de la Resistencia–, y también está probado que ofreció ayuda y refugio a los perseguidos, pero era consciente del peligro que corría si desafiaba así a un oficial de la Gestapo. Sin embargo, la historia corrió de boca en boca entre los círculos artísticos neoyorquinos, adonde se había desplazado el centro de las vanguardias contemporáneas.
Incluso hay otra leyenda que cuenta que los nazis le ofrecieron carbón a Picasso para caldear su apartamento, a lo que el pintor respondió: «Un español nunca tiene frío».
Tras 70 años de la declaración de guerra de Hitler al arte «degenerado», llega esta película que revelará los secretos del tesoro del Führer. Picasso, Matisse, Renoir y Chagall: pinturas ocultas, saqueadas y condenadas, salen finalmente a la luz para mostrar la obsesión Nazi por el arte y ser expuestas en la gran pantalla. Partiendo del increíble caso Gurlitt, quién durante décadas guardó en su casa de Munich un tesoro de miles de obras de arte y que incluía piezas expoliadas por los nazis, sale a la luz la verdadera historia de muchas historias. Y todas ellas, giran en torno a tres grandes exposiciones, punto de partida de una serie de narrativas humanas y artísticas.
Arte degenerado
Aparte de ese objetivo de reescribir el legado cultural del continente y el velado afán coleccionista y acaparador, también había la intención clara de desprestigiar todo lo que tenía que ver con las vanguardias artísticas del S XX. Para catalogarlo se acuñó el concepto de ‘Arte degenerado’. Partía de algo que a finales del SXIX ya había señalado Max Nordau, un médico húngaro, que en su libro Degeneración señalaba que “los degenerados no son siempre criminales, prostitutas, anarquistas o locos declarados; son muchas veces escritores y artistas”. Lo escribió pensando en Oscar Wilde, Charles Baudelaire, Leon Tolstoi, Paul Verlaine, Émile Zola o Henrik Ibsen. A Hitler y Göring les pareció una descripción perfecta para referirse a los Kandinsky, Chagall o Munch que formaron parte de la primera muestra de ‘Arte Degenerado’, una exposición que tuvo lugar en la Haus der Kunst en Múnich en 1937.
El siglo XX vio el surgimiento de una nueva forma de arte: el arte degenerado. Este estilo de arte se caracterizó por su naturaleza abstracta y vanguardista, a menudo traspasando los límites de las formas de arte tradicionales. Fue una reacción a las estrictas normas y reglamentos impuestos por el régimen nazi en Alemania, que buscaba suprimir cualquier expresión de libre pensamiento o creatividad.
Los artistas que practicaron el arte degenerado a menudo fueron perseguidos por su trabajo, pero su legado perdura hasta el día de hoy. Sus obras se han convertido en símbolos icónicos de la libertad artística y han inspirado a muchos otros artistas a explorar nuevas posibilidades creativas. El auge del arte degenerado en el siglo XX ha ayudado a dar forma a nuestra comprensión moderna de lo que significa ser artista y ha abierto nuevos caminos para la expresión creativa.
Gracias a los «monuments men», la división del ejército aliado que rescató gran parte de las obras expoliadas por los nazis y a la que reivindicó George Clooney en una película dirigida y protagonizada por él en 2014, se conservó el legado artístico europeo que apreciaban Hitler y Göring.
Basada en el auténtico relato de la mayor búsqueda de tesoros de la Historia, Monuments Men es un drama de acción centrado en siete directores de museos, artistas, arquitectos, conservadores e historiadores del arte –todos ellos lejos ya de su juventud y con una forma física francamente mejorable—, que partieron rumbo a primera línea durante la Segunda Guerra Mundial para rescatar obras maestras del arte mundial de las garras de expoliadores nazis y devolverlas a sus legítimos dueños. Estando el arte oculto detrás de las líneas enemigas, ¿cómo podrían nuestros personajes albergar esperanzas de éxito? Pero cuando los Hombres de los Monumentos se hallaron inmersos en una carrera contrarreloj para evitar la destrucción de 1.000 años de cultura, se jugaron la vida para proteger y defender los mayores logros de la humanidad.
