Frases de Baltasar Gracián y Morales y «El arte de la sabiduría mundana»

Actualizado el jueves, 1 diciembre, 2022

El arte de la sabiduría mundana (1647) 

Oráculo manual y arte de prudencia , cuyo título se ha traducido, como The Oracle, a Manual of the Art of Discretion and The Art of Worldly Wisdom, era una colección de máximas. Los números de página proporcionados aquí son de The Art of Worldly Wisdom: A Pocket Oracle (1992), traducido por Christopher Maurer, ISBN 0-385-42131-1See also Oráculo Manual y Arte de Prudencia

• Que el aviso haga antes viso de recuerdo de lo que olvidava que de luz de lo que no alcançó.
  • Cuando aconsejas a alguien, deberías parecer que le estás recordando algo que había olvidado, no la luz que no pudo ver.
  • Máximo 7 (pág. 4)
• Pero el que no pudiere alcançar a tener la sabiduría en servidumbre, lógrela en familiaridad.
  • Si no puedes hacer del conocimiento tu servidor, hazlo tu amigo.
  • Máximo 15 (pág. 9)
• Unos principios de crédito sirven de despertar la curiosidad, no de empeñar el objecto. Mejor sale quando la realidad excede al concepto y es más de lo que se creyó. Faltará esta regla en lo malo, pues le ayuda la mesma exageración; desmiéntela con aplauso, y aun llega a parecer tolerable lo que se temió extremo de ruin.
  • Los comienzos honorables deben servir para despertar la curiosidad, no para aumentar las expectativas de las personas. Estamos mucho mejor cuando la realidad supera nuestras expectativas y algo sale mejor de lo que pensábamos. Esta regla no es válida para las cosas malas: cuando se ha exagerado un mal, su realidad hace que la gente aplauda. Lo que se temía como ruinoso llega a parecer tolerable.
  • Máximo 19 (pág. 12)
• El encarecer es ramo de mentir.
  • Sobrevalorar algo es una forma de mentir.
  • Máximo 41 (pág. 24)
• La presteza es madre de la dicha.
  • La preparación es la madre de la suerte.
  • Máximo 53 (pág. 30)
• Harto presto, si bien.
  • Haz algo bien, y eso es lo suficientemente rápido.
  • Máximo 57 (pág. 32)
• Fabricáronles a muchos su grandeza sus malévolos. Más fiera es la lisonja que el odio, pues remedia éste eficazmente las tachas que aquélla disimula.
  • Muchos deben su grandeza a sus enemigos. La adulación es más feroz que el odio, porque el odio corrige las faltas que la adulación había disfrazado.
  • Máxima 84 (pág. 47)
• Todos los que hazen del hazendado en el empleo dan indicio de que no lo merecían.
  • Aquellos que quieren parecer trabajadores duros dan la impresión de que no están a la altura de su trabajo.
  • Máximo 106 (pág. 59)
• La galantería y la honra tienen esta ventaja, que se quedan: aquélla en quien la usa, ésta en quien la haze.
  • La cortesía y el sentido del honor tienen esta ventaja: los otorgamos a los demás sin perder nada.
  • Máximo 118: (pág. 66)
• La quexa siempre trae descrédito. Más sirve de exemplar de atrevimiento a la passión que de consuelo a la compassión. Abre el passo a quien la oye para lo mismo, y es la noticia del agravio del primero disculpa del segundo. Dan pie algunos con sus quexas de las ofensiones passadas a las venideras.
  • Las quejas siempre te desacreditarán. Más que compasión y consuelo, provocan pasión e insolencia, y alientan a quienes escuchan nuestras quejas a comportarse como aquellos de quienes nos quejamos. Una vez divulgadas a los demás, las ofensas que se nos hacen parecen hacer perdonables a los demás. Algunos se quejan de ofensas pasadas y dan lugar a futuras.
  • Máxima 129 (pág. 72)
• Quanto que el no creer es indicio del mentir; porque el mentiroso tiene dos males, que ni cree ni es creído.
  • No creer en los demás implica que tú mismo eres un mentiroso. El mentiroso sufre dos veces: ni cree ni es creído.
  • Máximo 154 (pág. 87)
• Más vale ser engañado en el precio que en la mercadería.
  • Mejor ser engañado por el precio que por la mercancía.
  • Máximo 157 (pág. 89)
• Saberlos conservar es más que el hazerlos amigos.
  • Saber cómo mantener a un amigo es más importante que ganar uno nuevo.
  • Máximo 158 (pág. 90)
• El que no se hallare con ánimo de sufrir apele al retiro de sí mismo, si es que aun a sí mismo se ha de poder tolerar.
  • La persona que no sabe soportar a los demás debe retirarse a sí misma, si es que puede sufrir incluso a sí misma.
  • Máximo 159 (pág. 90)
• Como los ignorantes no se conocen, tampoco buscan lo que les falta. Serían sabios algunos si no creyessen que lo son.
  • Porque el ignorante no se conoce a sí mismo, nunca sabe lo que le falta. Algunos serían sabios si no creyeran que ya lo son.
  • Máximo 176 (pág. 100)
• Unos mueren porque sienten y otros viven porque no sienten. Y assí, unos son necios porque no mueren de sentimiento, y otros lo son porque mueren de él.
  • Unos mueren porque sienten todo, otros porque no sienten nada. Algunos son tontos porque no se arrepienten, y otros porque sí.
  • Máxima 208 (pág. 118)
• Confiar de los amigos hoy como enemigos mañana.
  • Confía en los amigos de hoy como si fueran los enemigos del mañana.
  • Máximo 217 (pág. 123)
• Cásanse algunos con la primera información, de suerte que las demás son concubinas, y como se adelanta siempre la mentira, no queda lugar después para la verdad.
  • Algunos se casan con la primera información que reciben y convierten lo que viene después en su concubina. Como el engaño es siempre el primero en llegar, no queda lugar para la verdad.
  • Máxima 227 (pág. 128)
• No es favor del Príncipe, sino pecho, el comunicarlo. Quiebran muchos el espejo porque les acuerda la fealdad. No puede ver al que le pudo ver.
  • Escuchar los secretos de un príncipe no es un privilegio sino una carga. Muchos rompen el espejo que les recuerda su fealdad. No pueden soportar ver a quienes los vieron.
  • Máxima 237 (pág. 134)
• Más vale el buen ocio que el negocio.
  • El tipo correcto de ocio es mejor que el tipo incorrecto de trabajo.
    • Máxima 247
• Otros todos son ajenos, que la necedad siempre va por demasías, y aquí infeliz: no tienen día, ni aun hora suya, con tal exceso de ajenos, que alguno fue llamado “el de todos”. Aun en el entendimiento, que para todos saben y para sí ignoran.
  • Algunas personas pertenecen enteramente a otros… No tienen un día, ni una hora para llamar suyos, tan completamente se entregan a los demás. Esto es cierto incluso en cuestiones de comprensión. Algunas personas saben todo por los demás y nada por sí mismos.
    • Máxima 252
• Muchas cosas de gusto no se han de poseer en propiedad. … Gózanse las cosas ajenas con doblada fruición, esto es, sin el riesgo del daño y con el gusto de la novedad.
  • Muchas cosas agradables son mejores cuando pertenecen a otra persona. … Cuando las cosas son de otros, las disfrutamos el doble, sin riesgo de perderlas, y con el placer de la novedad.
  • Máxima 263
• Adelántase más la imaginación que la vista, y el engaño, que entra de ordinario por el oído, viene a salir por los ojos.
  • La imaginación viaja más rápido que la vista. El engaño entra por los oídos, pero normalmente sale por los ojos.
  • Máxima 282 (pág. 159)
• Más preciosa es la libertad que la dádiva, porque se pierde.
  • La libertad es más preciosa que el don que nos hace perderla.
    • Máxima 286
• No vaya por generalidades en el vivir, si ya no fuere en favor de la virtud, ni intime leyes precisas al querer, que avrá de bever mañana del agua que desprecia hoi.
  • No vivas de generalidades, a menos que sea para obrar con virtud, y no pidas al deseo de seguir leyes precisas, porque mañana tendrás que beber del agua que hoy desprecias.
  • Máxima 288 (pág. 162)
• Única regla de agradar: coger el apetito picado con el hambre con que quedó.
  • La única regla para complacer: abrir el apetito, mantener a la gente hambrienta.
  • Máxima 299 (pág. 168)
• La virtud es cosa de veras, todo lo demás de burlas. La capacidad y grandeza se ha de medir por la virtud, no por la fortuna. Ella sola se basta a sí misma. Vivo el hombre, le haze amable; y muerto, memorable.
  • Sólo la virtud es real; todo lo demás es farsa. El talento y la grandeza dependen de la virtud, no de la fortuna. Sólo la virtud se basta a sí misma. Nos hace amar a los vivos y recordar a los muertos.
  • Máxima 300 (pág. 168)

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La sabiduría perdurable de un clásico de autoayuda

La historia humana está llena de personas influyentes. Y desde la invención de la escritura, aquellos dotados con el poder de la prosa la han usado para ganarse a los demás. Pero si bien muchos textos antiguos todavía se leen ampliamente hoy en día, no todos ellos son aplicables a nuestra forma de vida moderna.

Dicho esto, algunos de los aspectos más importantes detrás del éxito han cambiado muy poco a lo largo de los siglos. Esto es lo que hace que las 300 máximas de Balthasar Gracián sean tan notables: la mayoría de ellas todavía suenan verdaderas hoy, a pesar de que fueron escritas por un sacerdote jesuita hace casi 400 años. Ya sea que esté hablando sobre cómo ejercer el poder o cómo mejorar tu personalidad, muchos de los principios que subyacen a sus aforismos podrían salir directamente de un libro moderno de autoayuda.

El mundo de Gracián era increíblemente diferente al nuestro. Nació y vivió en la España barroca del siglo XVII. Durante su vida alcanzó la fama con la publicación de El Criticón , una novela épica hoy considerada un clásico español. Pero su Arte de la sabiduría mundana es por lo que es más conocido hoy en día. Publicado en 1647, fue un éxito instantáneo en toda Europa. El influyente filósofo Arthur Schopenhauer lo admiró tanto que lo tradujo al alemán. Y Friedrich Nietzsche proclamó que no tenía rival en mostrar cómo llevar una vida moral.

Quizás las máximas de Gracián nos resulten tan familiares hoy porque la sociedad ha cambiado menos de lo que pensamos en los últimos 400 años. Su público objetivo original eran personas que intentaban navegar por la vida cortesana española. Hoy en día, todos navegamos en la economía global hipercompetitiva. Ambas situaciones presentan el mismo problema: ¿cómo podemos mantener un carácter íntegro mientras tratamos de salir adelante en un mundo caótico? En este resumen presentamos una selección de máximas de Gracián, todas ellas en busca de respuestas a esta pregunta. Puede o no estar de acuerdo o querer aplicar todas estas lecciones de vida, pero es innegable que arrojan una luz fascinante sobre las ideas y las relaciones sociales que han dado forma a la vida moderna.

En este resumen, aprenderás

• la diferencia entre amigos del humor y amigos del talento;
• por qué deberías envolver tu trabajo en misterio; y
• que a veces, necesitas ser malo para ser bueno.

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Crear y cultivar amistades duraderas es clave para el éxito

Comencemos con una máxima tan simple como importante: “tener amigos”. Claro, esto parece obvio, pero hay una razón por la que Gracián pensó que era importante incluirlo. Esto se debe a que las ventajas de tener amigos no son necesariamente tan simples como crees. Y como verás, la forma en que eliges a tus amigos tiene un gran impacto en tu lugar en el mundo.

Gracián recomienda intentar hacer un nuevo amigo cada día . Incluso si solo resulta en un nuevo conocido en lugar de un futuro confidente, este es un acto importante. Si esto le resulta difícil, entonces Gracián tiene un consejo: la mejor manera de hacer amigos es actuar como su amigo. Aplique este principio a sus comunicaciones en persona o en línea para formar nuevas amistades de manera más efectiva.

Ahora, aunque Gracián definitivamente recomienda lanzar su red de par en par, esto no significa que todas las amistades se crean de la misma manera. De hecho, debes tener cuidado al elegir en cuál de tus amigos confías más o con quién pasas más tiempo. Un factor a considerar es que generalmente hay dos tipos de amigos: amigos con talento y amigos con humor. Aunque podrías valorar a un amigo gracioso por el entretenimiento que te brinda, pasar tiempo con él puede tener consecuencias negativas. Esto se debe a que, cuando se les observa en su compañía, los demás pueden suponer que usted también tiene un valor humorístico o, como dice Gracián sin rodeos, un tonto.

Para asegurarse de que esto no suceda, asegúrese también de rodearse de personas con talento. Gracián incluso pensó que si simplemente pasabas tiempo con personas más inteligentes que tú, sobrenaturalmente recibirías algo de su inteligencia. Si bien ahora sabemos que eso no es cierto psicológicamente hablando, no podemos negar que estamos influenciados e inspirados por aquellos con quienes pasamos el tiempo.

Por ejemplo, tómese un momento para examinar la vida de algunas de las personas más exitosas de la actualidad. Que tienen todos ellos en comun? Todos ellos se asocian con otras personas exitosas. Lo que es más, es que en muchos casos, lo estaban haciendo antes de que hicieran su gran salto. Esto se debe a que si cultiva una red de personas sobresalientes y talentosas, tendrá una serie de efectos colaterales. Uno de ellos tiene que ver con el aprendizaje. Cuando tenga problemas o necesite asesoramiento, tener una red de personas prósperas a su alrededor significa que nunca le faltarán consejos o soluciones. Su constante aprendizaje y acumulación de experiencia significa que, algún día, usted también podrá compartir su conocimiento con otros.

Entonces, ahora que sabes a quién deberías buscar para que sean tus amigos más cercanos, ¿cómo haces para cultivar estas amistades? Gracián presenta numerosos consejos sobre cómo hacerlo, y repasaremos tres de ellos.

En primer lugar, no se aferre a sus puntos de vista con demasiada firmeza. A veces, conceder un punto o aceptar que estás equivocado puede ser fundamental para mantener la relación y la posición social. Si eres demasiado duro al defender todas tus posiciones todo el tiempo, tu reputación social se verá afectada. Ahora bien, esto no significa que tengas que ceder en todo. Sin duda tienes opiniones existenciales y arraigadas que dan forma al núcleo de tu identidad, y ningún buen amigo debería esperar que las cambies. Pero cuando se trata de todo lo demás, no desperdicies demasiado capital social discutiendo con amigos.

La segunda forma en que puedes mantener y profundizar las amistades es no hablar de ti mismo. Para algunos de nosotros, esto puede ser difícil. Pero, como explica Gracián, hablar de uno mismo muchas veces lleva a ser percibido como vanidoso o manso. Esto se debe a que centrarse en uno mismo puede conducir fácilmente a un excesivo autoelogio o autocrítica.

Finalmente, el tercer principio detrás de cultivar amistades es evitar ser aburrido. Esto suena bastante obvio, pero para Gracián es clave en las relaciones sociales. Señala que cuando te asocias con personas en la cima de su campo, no ser aburrido se vuelve aún más importante. Esto se debe a que las personas exitosas a menudo están muy ocupadas, lo que significa que están aún más molestos con las personas que sienten que están perdiendo su tiempo limitado. Por lo tanto, haga un esfuerzo por practicar la brevedad y la variedad cuando converse con amigos. Como dice Gracián, “las cosas buenas, si breves: dos veces buenas”. Por otro lado, “la maldad, si corta, no es tan mala”.

Lamentablemente, incluso la mejor de las amistades a veces llega a su fin. Es en situaciones como estas en las que hay que tener mucho cuidado: cuanto más cercano el amigo, peor el futuro detractor si las cosas acaban mal. Así que ten cuidado cuando se trata de terminar amistades. Adopte un enfoque amable y comprensivo si es posible, y evite decir algo ofensivo que pueda volver a atormentarlo.

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Es importante construir y mantener una buena reputación

Ahora que has escuchado la opinión de Gracián sobre la amistad, profundicemos en un tema relacionado. Muchas de sus máximas tienen que ver con la importancia de obtener -y mantener- una buena reputación. Hacerlo no es fácil, pero una vez que lo tienes, debes atesorarlo. Esto se debe a que si bien ganar una buena reputación es difícil, perderla puede ser muy fácil si no se tiene cuidado.

Uno de los pilares de cualquier buena reputación es mantener un sentido de misterio en todo lo que haces. Según Gracián, la reputación tiene más que ver con el sigilo que con las hazañas. Esto se debe a que la gente tiende a admirar la novedad y la complejidad. Entonces, cuando hable sobre su trabajo, por ejemplo, trate de mezclar siempre un poco de misterio. No le cuente a la gente sus pensamientos más íntimos; más bien, deje un poco a la imaginación para que otros tengan que usar sus propias mentes para llenar los vacíos. Como explica Gracián, la gente valora las cosas difíciles.

De manera similar, es importante ocultar el alcance total de tus habilidades de los demás. Si bien es útil que las personas conozcan y respeten lo que haces, debes hacer que sigan adivinando lo bueno que eres en realidad. No importa cuán talentoso sea en su oficio, es probable que gane más admiración manteniendo a la gente en la oscuridad en lugar de mostrar los límites superiores de sus habilidades.

Y esto no solo se aplica a tus puntos fuertes. Es aún más importante ocultar tus debilidades. Todo el mundo tiene debilidades, por supuesto, pero las personas más exitosas son aquellas que las ocultan de manera más efectiva. Esto no es por accidente: cuanto más éxito tenga, más tendrá que perder. Y cuando alguien exitoso fracasa públicamente, sus detractores caen sobre ellos como una manada de lobos hambrientos.

Pero no son solo tus enemigos de quienes necesitas ocultar tus debilidades: Gracián recomienda ni siquiera compartir tus debilidades con tus amigos más cercanos. De hecho, si fuera posible, ni siquiera deberías admitir tus defectos ante ti mismo.

La reputación, por el contrario, no se trata solo de lo que necesita ocultar. Es importante que le muestres al mundo que, de hecho, estás haciendo cosas. A decir verdad, mostrar lo que estás haciendo es tan importante como hacerlo en sí mismo. Después de todo, el trabajo invisible bien podría ser un trabajo inexistente. En un contexto moderno, podría aplicar esta máxima a su trabajo. Incluso si eres bueno en lo que haces, si nadie es consciente de lo que estás haciendo, es mejor que no estés haciendo nada. Es por eso que necesita encontrar formas sutiles y discretas de compartir sus logros con colegas y superiores.

Una vez que haya construido una buena reputación, es importante no desperdiciarla. Por eso es crucial aprender de los errores y no cometer el mismo dos veces. Gracián observa que, si bien las personas suelen estar dispuestas a dar segundas oportunidades a los demás, ese suele ser el límite. Entonces, cuando comete un error, debe corregirlo de inmediato. Muestre al mundo que ha aprendido y que actuará de manera diferente en el futuro, y con suerte se salvará su reputación.

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A veces hay que doblar la moralidad para salir adelante en la vida

Hasta ahora, hemos estado analizando temas que muy bien podrían haber salido de un libro de autoayuda contemporáneo. Después de todo, cómo mantener las amistades y tu reputación son cosas bastante inocentes y normales. Pero Gracián no tiene miedo de entrar en los aspectos un poco más dudosos moralmente detrás de vivir una vida exitosa. De hecho, muchas personas a lo largo de los años han comparado sus máximas más astutas con los escritos del filósofo renacentista italiano Maquiavelo.

Si bien se considera que Gracián es más diplomático que su predecesor italiano, las siguientes máximas serían difíciles de encontrar en los libros de autoayuda más vendidos de la actualidad. Sin embargo, se podría argumentar que, en muchos sentidos, el mundo hipercompetitivo en el que vivimos ahora está lleno de una mezcla similar de astucia y duplicidad que caracterizó a la sociedad española del siglo XVII. Y Gracián sostiene que para alcanzar la dignidad y el respeto por uno mismo en una sociedad así hay que doblegar a veces la moral. Entonces, aunque algunas de las siguientes máximas son cuestionables, contienen suficiente verdad e información para que valga la pena considerarlas.

Muy bien, aquí va: para aprovechar al máximo tus relaciones, haz que la gente dependa de ti. La lógica de Gracián detrás de esto es que es mejor ser necesitado que agradecido. Cuando ya no te necesitan, la gente tiende a tratarte peor, además de tener menos respeto por ti. Así que trata de hacerte indispensable para todos los que te rodean. Como señala Gracián, mantener la dependencia puede mantener incluso a un rey a tu disposición.

Hablando de reyes, Gracián explica que incluso los no aristócratas entre nosotros necesitan saber cómo usar chivos expiatorios. Para los reyes o sus equivalentes modernos, arrojar chivos expiatorios debajo del autobús cuando las cosas van mal es un rasgo necesario. Pero esto no debería estar restringido a la clase dominante. Todas las personas que persiguen el éxito deben aprender a dejar que otros reciban el golpe cuando las cosas van mal. Esto se debe a que las cosas inevitablemente saldrán mal; después de todo, la imperfección es una de las principales cosas que nos separa de Dios, como señala Gracián.

Todos cometemos errores. Pero así como es probable que los demás te inculquen sus errores, es posible que tengas que hacer lo mismo con ellos. Así que, anima Gracián, aunque te duela hacerlo, la próxima vez que algo salga mal, considera fingir inocencia y echarle la culpa a otra persona. Pero tenga cuidado de no ser demasiado extravagante con su culpa: debe ser creíble y el chivo expiatorio debe haber estado involucrado de alguna manera en su error, ya sea directa o indirectamente.

Por cierto, también se puede decir la otra cara de las cosas buenas. Si estuviste involucrado en algo que atrae elogios, haz saber rápidamente que fuiste parte integral de ello. Una vez más, asegúrese de que no sea exagerado: tiene que ser creíble. La clave aquí es la velocidad: si espera demasiado, otros reclamarán el logro primero. Y cuando se trata de recompensas y elogios, el primero en llegar es el primero en ser atendido.

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Todas las personas exitosas son maestras en el arte de dar y recibir favores

Pasemos a algunas máximas que son un poco menos moralmente dudosas. Un gran tema que preocupa a Gracián es el de dar y recibir favores. De hecho, argumenta que dominar el arte de este fenómeno social común es clave para vivir una vida exitosa.

En primer lugar, nunca, nunca desperdicies un favor. Para Gracián, hacerlo es incluso peor que negarle a alguien un favor que se ha ganado. Siempre asegúrese de mantener una ficha de quién le debe algo, y asegúrese de usar esto cuando lo necesite. Sin embargo, ten cuidado: Gracián señala que algunas personas intentarán devolverte un favor que les has hecho en forma de cortesía. En otras palabras, intentarán devolver un favor pragmático con palabras de agradecimiento.

En este caso, devuélvele el agradecimiento cortés con un cortés “no fue ningún problema, estoy seguro de que hubieras hecho lo mismo por mí”. Decir algo similar les recordará la naturaleza transaccional de lo que ha hecho por ellos, aumentando las posibilidades de que sientan la responsabilidad social de corresponder en el futuro.

Ahora, podría ser que necesites un favor de alguien que aún no te debe uno. En este caso, podría valer la pena considerar hacerles un favor por adelantado . De esa manera, estarán obligados a deberte una a cambio. De hecho, Gracián sostiene que esos favores espontáneos pueden demostrar que eres una persona desinteresada y generosa, y esto puede hacer que los demás sientan la necesidad de corresponder de una manera aún mayor. Gracián hace una interesante analogía de la deuda para ilustrar esto. Comienza pagando una deuda que no debe y, al final, la deuda pasa a su acreedor.

Cuando se trata de dar favores, asegúrese de ejercer cierta moderación. Esto es útil en el caso de que le hagas demasiados favores a alguien sin darle la oportunidad de corresponder, lo que podría asustarlo. Si agotas la gratitud de otra persona, es posible que empiece a sentir que nunca podrá pagarte. En casos extremos, es posible que incluso rompan el contacto contigo por completo. Por supuesto, esto es algo que debes evitar a toda costa.

Por el contrario, no se permita meterse en el otro lado de esa situación. En otras palabras, no seas el tipo de persona que le debe favores a todos . Así como tener una deuda monetaria puede ser la antítesis del éxito financiero, lo mismo ocurre con la deuda social y su reputación. Si la gente comienza a pensar en ti como la persona que nunca devuelve los favores, corres el riesgo de convertirte en un paria social. Entonces, al igual que haces un seguimiento de quién te debe favores, haz un seguimiento del otro lado de la ecuación.

Lo que nos lleva a la máxima final que compartiremos contigo: no vivir ni enteramente para ti ni enteramente para los demás. Necesitas lograr un equilibrio entre ser egoísta y desinteresado. Este es el balancín del intercambio social: en este momento de tu vida, le debes favores a ciertas personas. Esperarán que seas desinteresado en algún momento en el futuro. Pero después de este punto, debes corresponder esto con un poco de egoísmo para mantener el equilibrio.

Como se discutió anteriormente, cuando se trata de intercambio social, realmente puede haber demasiado de algo bueno. Así que esfuérzate por vivir una vida social equilibrada. Al hacerlo, será mucho más probable que logre el éxito que se merece.

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