Actualizado el Tuesday, 13 September, 2022
La Justicia ha paralizado la celebración del Torneo del Toro de la Vega en la modalidad en que estaba prevista este año, es decir, con la posibilidad de alancear al animal sin matarlo. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha aceptado así la solicitud de medida cautelar presentada por Pacma (Partido Animalista contra el Maltrato Animal).
La tauromaquia es una de las formas vigentes de la barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es esencialmente un cobarde. Un hombre que con todo un aparato racional de estrategias, entrenamientos, armas, estocadas practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se mide frente un animal pasmado por la sorpresa, por la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que los reflejos de su instinto primario. Bajo esa disparidad podemos medir el valor de los toreros. La valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos. Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más bien bufones; los bufones de la valentía.
Jorge Luis Borges
Maltrato animal y tradiciones “culturales”
Desde hace años, me sorprendía cómo el conflicto del maltrato animal podía movilizar a muchísimos más activistas que el maltrato que sufrían millones de animales en las granjas de todo el mundo.
De hecho, para mi era un hecho menor (comparativamente) y mi preocupación iba siempre más vinculada a la cantidad de ayudas públicas que recibían frente a otros eventos culturales. Sin embargo, el contacto con defensores del derecho animal me están ayudando a entender el valor de su prohibición como hito legislativo en la antropología cultural.
Comparto con ellos la visión de que una tradición no debe ser defendida únicamente porque se considere “cultura”. Se necesita mucho más que eso.
¿Se equivocan por tanto quienes protestan gritando: “La tortura no cultura”?
Por suerte, hemos ido eliminando, cambiando, creando, protegiendo o elementos de la cultura para avanzar como sociedad. Y como decía Frank Zappa: “sin desviación de la norma, el progreso no es posible.” En este caso y ante una sociedad divida, ¿deberíamos defender esta tradición o reclamar por su abolición?
El primer encarcelado por maltrato animal es un hombre que golpeó hasta la muerte a un caballo tras perder una carrera. Finalmente, la Audiencia de Palma ordenó excarcelarlo, a cambio debería participar en un programa de protección de animales. Pero cuando este maltrato está vinculado a una “tradición cultural”, todo cambia en la forma de percibirlo o incluso penarlo.
Ocho jueces del Tribunal Constitucional (a algunos podemos verlos disfrutando de sus puros en las gradas de la Maestranza) así lo han decidido (por ahora) declarando la tauromaquia un patrimonio cultural que no puede prohibirse en ninguna autonomía del territorio nacional. ¿Qué hubieras votado tú?