Actualizado el martes, 25 abril, 2023
¿Alguna vez has sentido que necesitabas un empujoncito extra para que tus palabras tuvieran más peso? Sé que me he encontrado en muchas situaciones en las que lo he necesitado. Si te sientes menos seguro de tu vocabulario y necesitas palabras que te ayuden a dar solidez a lo que dices, algunas de estas 10 palabras te pueden dar el empujón que necesitas.
¿Quieres sonar más educado y articulado en tu discurso? Las palabras correctas pueden ayudarte a hacer precisamente eso. Con la selección correcta de palabras, puedes expresarte de una manera más sofisticada y dar una mejor impresión a quienes te rodean.
En este artículo, exploraremos las diferentes palabras que pueden ayudar a elevar su idioma y hacer que suene más educado. Discutiremos los casos de uso de tales palabras, cómo se pueden usar para hacer una declaración o explicar una idea, y cómo se pueden incorporar a las conversaciones cotidianas
Si el Diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge más de 90.000 términos, la mayoría de nosotros tan solo utilizamos 5.000. Así que toma buena nota porque podrás poner estos en práctica en tu día a día.
Un erudito es una persona culta, alguien con amplios conocimientos, que posee un saber experto y profundo en múltiples campos. Esta descripción engloba literalmente a la mayoría de nosotros, así que ¿por qué los demás no nos consideran eruditos?
Saca el erudito que llevas dentro con estas fabulosas palabras que dejarán boquiabierto a más de uno.
10 palabras cultas y curiosas para usar en conversaciones
Ser capaz de usar las palabras correctas puede ser una parte importante para causar una buena impresión. Usar palabras que lo hagan parecer educado y bien informado puede ayudarlo a sobresalir en cualquier conversación o situación. Saber qué palabras usar para sonar más educado es una habilidad útil que se puede aprender fácilmente con un poco de práctica. En este artículo, veremos algunas de las palabras más utilizadas que te ayudarán a parecer más educado en cualquier situación.
Si quieres que la gente te tome en serio (sobre todo si eres un chico y quieres impresionar a alguien), una forma estupenda es utilizar palabras que se salgan de tu vocabulario habitual. Puede sonar un poco superficial, pero es cierto. Imagina que hablas con el grupo de personas más inteligentes que puedas imaginar. Son muy cultos, tienen un vocabulario muy sofisticado y hablan con una prosa muy bien elaborada. Si eres capaz de pronunciar palabras como éstas, es más probable que te respeten, te escuchen y te consideren un igual entre esas mentes brillantes.
1. Alipori
Es una palabra coloquial que significa “vergüenza ajena”. Y sí, todos lo hemos sentido alguna vez…
«Alipori» es una palabra coloquial española que se utiliza para describir una sensación de vergüenza ajena o incomodidad que se experimenta al presenciar una situación embarazosa o patética. Se refiere a un sentimiento de vergüenza que surge no tanto por nuestras propias acciones, sino por las de los demás.
El uso de esta palabra puede hacerte parecer más culto porque es un término poco común y su uso implica un cierto nivel de sofisticación en el lenguaje. También sugiere que el hablante tiene un buen conocimiento del vocabulario español y que es capaz de expresarse de manera precisa y efectiva.
2. Cerúleo
Se refiere al color azul. Por ejemplo, el mar puede tener un color cerúleo o los ojos pueden ser de esta tonalidad.
«Cerúleo» es un término que se refiere a un tono de color azul verdoso, similar al color del cielo en un día despejado. Su uso en el lenguaje puede hacer que alguien parezca más culto debido a que no es una palabra muy común y suena sofisticada y elegante.
El uso de términos poco comunes y refinados como «cerúleo» sugiere que el hablante tiene un amplio vocabulario y que es capaz de expresarse con precisión y detalle. Por lo tanto, el uso de esta palabra puede ser una forma efectiva de demostrar habilidades lingüísticas avanzadas y un conocimiento más profundo del idioma español.
3. Baldragas
Se trata de una palabra que proviene del árabe ḥaṭráq que significaba charlatán y era a menudo utilizado como un insulto. Ahora se refiere a una persona insustancial, simple y de poco carácter.
«Baldragas» es una palabra coloquial en español que se utiliza para referirse a una persona presumida, engreída o vanidosa. El término también puede utilizarse para describir a alguien que es un fanfarrón o que se jacta exageradamente de sus habilidades o logros.
A pesar de que «baldragas» es una palabra poco común en el lenguaje cotidiano, su uso no necesariamente te hace parecer más culto. En realidad, su uso puede ser considerado como una forma de expresión coloquial o incluso vulgar en algunos contextos, y no necesariamente implica un alto nivel de sofisticación lingüística.
Es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes o refinadas no necesariamente indica inteligencia o cultura. La verdadera medida de habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal.
4. Dromomanía
Es la inclinación excesiva u obsesión patológica por mudarse de un lugar a otro.
«Dromomanía» es un término que se utiliza en psicología para describir un trastorno mental en el cual una persona siente un impulso irresistible de huir o escapar de su entorno, a menudo acompañado por un deseo de viajar y explorar nuevos lugares. La dromomanía se considera un trastorno de control de impulsos y puede estar relacionada con la ansiedad o la depresión.
El uso de la palabra «dromomanía» puede hacerte parecer más culto debido a que es un término poco común en el lenguaje cotidiano. Su uso sugiere que el hablante tiene un conocimiento más profundo de la psicología y la salud mental, así como una habilidad para utilizar un lenguaje técnico y especializado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes no siempre es necesario o apropiado en la comunicación cotidiana. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y clara en cualquier situación, sin importar el nivel de sofisticación del lenguaje utilizado.
5. Hobachón
Según la RAE, dicho de una persona: que, teniendo muchas carnes, es de poca energía para el trabajo.
«Hobachón» es una palabra coloquial en español que se utiliza para describir a alguien que es perezoso, descuidado o que tiene poco interés en realizar tareas o trabajos importantes. La palabra también puede utilizarse para referirse a algo que está mal hecho o que se ha hecho de manera descuidada.
El uso de la palabra «hobachón» no necesariamente te hace parecer más culto, ya que es una palabra común en algunos países de habla hispana y no es considerada una palabra técnica o especializada. Sin embargo, su uso en el lenguaje cotidiano puede indicar que el hablante tiene un buen conocimiento del vocabulario coloquial y puede comunicarse de manera efectiva en contextos informales.
Es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes o refinadas no necesariamente indica inteligencia o cultura. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal.
6. Jumera
Borrachera, embriaguez. Ten en cuenta esta palabra la próxima vez que se te vaya la mano con la botella…
«Jumera» es una palabra coloquial en algunos países de habla hispana que se utiliza para referirse a alguien que es un mentiroso, charlatán o tramposo. El término también puede utilizarse para describir a alguien que exagera o infla sus logros o habilidades.
A pesar de que «jumera» es una palabra poco común en otros países hispanohablantes y no es considerada una palabra técnica o especializada, su uso en algunos lugares puede indicar que el hablante tiene un buen conocimiento del vocabulario coloquial y puede comunicarse de manera efectiva en contextos informales.
Es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes o refinadas no necesariamente indica inteligencia o cultura. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal. Además, es importante ser cuidadoso en el uso de palabras coloquiales y asegurarse de que son apropiadas y entendidas por los interlocutores.
7. Penseque
De la expresión «pensé que». Significa error nacido de ligereza, descuido o falta de meditación. Rescatamos este gran refrán que tan bien pone este palabra en contexto: el creique y el penseque son amigos del tonteque.
«Penseque» es una palabra coloquial en algunos países de habla hispana que se utiliza para referirse a alguien que es presumido o que se cree superior a los demás. El término también puede utilizarse para describir a alguien que se muestra arrogante o prepotente.
A pesar de que «penseque» no es una palabra común en el lenguaje cotidiano y no es considerada una palabra técnica o especializada, su uso en algunos lugares puede indicar que el hablante tiene un buen conocimiento del vocabulario coloquial y puede comunicarse de manera efectiva en contextos informales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes o refinadas no necesariamente indica inteligencia o cultura. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal. Además, es importante ser cuidadoso en el uso de palabras coloquiales y asegurarse de que son apropiadas y entendidas por los interlocutores.
8. Dilección
Voluntad honesta, amor reflexivo. Esta será una de las grandes aportaciones a tu próxima carta de amor. ¡Triunfarás seguro!
«Dilección» es una palabra en español que se refiere a un sentimiento de cariño o afecto hacia algo o alguien. Puede ser utilizado para describir una inclinación o preferencia hacia una persona, objeto o actividad en particular.
El uso de la palabra «dilección» no necesariamente te hace parecer más culto, ya que es una palabra común en el lenguaje cotidiano y no es considerada una palabra técnica o especializada. Sin embargo, su uso puede indicar que el hablante tiene un buen conocimiento del lenguaje formal y puede comunicarse de manera efectiva en contextos más formales.
Es importante recordar que el uso de palabras poco comunes o refinadas no es necesariamente indicativo de inteligencia o cultura. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal. Por lo tanto, es importante utilizar las palabras adecuadas en el contexto adecuado para asegurar una comunicación clara y efectiva.
9. Estólido
Falto de razón y discurso. Esta es una palabra que, sin duda, usarás mucho y es que cuánta razón tiene la gran frase: stultorum infinitus est numerus. O, lo que es lo mismo, “el número de los tontos es infinito” (o no cabe un tonto más).. Si te ha gustado esta palabra, no te pierdas esta selección de insultos en latín (también son muy prácticos).
«Estólido» es una palabra en español que se utiliza para describir a alguien que es tonto, necio o falto de inteligencia. El término también puede utilizarse para referirse a alguien que es ingenuo o que actúa sin sentido común.
El uso de la palabra «estólido» puede hacer que alguien parezca más culto, ya que es una palabra poco común en el lenguaje cotidiano y no es ampliamente conocida por todos. Sin embargo, su uso excesivo o inapropiado puede dar la impresión de que el hablante está tratando demasiado de aparentar conocimientos o cultura.
Es importante recordar que la habilidad lingüística verdadera radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal. Por lo tanto, es importante utilizar las palabras adecuadas en el contexto adecuado para asegurar una comunicación clara y efectiva. El uso ocasional de palabras menos comunes como «estólido» puede añadir variedad y riqueza al lenguaje, pero no debe ser utilizado para impresionar o deslumbrar a los demás.
10. Majagranzas
Hombre pesado y necio. La palabra proviene de majar (machacar, lo que se ha hecho toda la vida en la cocina con el mortero vaya, hacer un majao para la carne por ejemplo) y granzas (los residuos que quedan tras limpiar el grano).
«Majagranzas» es una palabra coloquial en algunos países de habla hispana que se utiliza para describir a alguien que es desordenado o que tiene una apariencia descuidada. El término también puede referirse a alguien que es perezoso o poco productivo.
A pesar de que «majagranzas» no es una palabra común en el lenguaje cotidiano y su origen es bastante claro, su uso en algunos lugares puede indicar que el hablante tiene un buen conocimiento del vocabulario coloquial y puede comunicarse de manera efectiva en contextos informales.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de palabras poco comunes o refinadas no necesariamente indica inteligencia o cultura. La verdadera habilidad lingüística radica en la capacidad de comunicarse de manera efectiva y adecuada en cualquier situación, ya sea formal o informal. Además, es importante ser cuidadoso en el uso de palabras coloquiales y asegurarse de que son apropiadas y entendidas por los interlocutores.
Extra: suánfonson
Sobre el término suánfonson se pronunció la Real Academia Española, autoridad lingüística de nuestro idioma.
“Suánfonson es un neologismo reciente, al parecer, de origen onomatopéyico, utilizado en la jerga juvenil colombiana y solo documentado en redes sociales. Se usa como adverbio con el sentido de ‘muy rápidamente’ o como sustantivo con el de ‘instante».
Aunque la RAE indica en su respuesta que la expresión es común en Colombia, su uso también se ha extendido en Venezuela y otros países de Latinoamérica.
Tu guía personal para el dominio de las palabras cultas
Exactly What to Say (por Phil M Jones) está diseñado para brindarle las frases y palabras clave para que sus conversaciones cuenten y lo traigan al éxito. Contiene palabras mágicas. Palabras que son escuchadas e interpretadas por la mente subconsciente. Palabras que te ayudarán a obtener los resultados que deseas.
Usar las palabras adecuadas en el momento adecuado marca la diferencia. Hemos cubierto muchas palabras y situaciones, pero hay algo que realmente debes recordar: estas palabras mágicas funcionarán con la mayoría de las personas la mayor parte del tiempo, pero no con todas las personas todo el tiempo.
No se desanime cuando no funcionen para usted. ¡Sigue practicando! Cuanto más los uses, más se convertirán en una segunda naturaleza. Eventualmente, armado con estas palabras mágicas, y su dedicación, ambición e impulso, en lugar de contar conversaciones, pronto tendrá conversaciones que cuentan.
No estamos seguros si esto es para ti, pero…
No estamos seguros de si este resumen de Phil M. Jones’s Exactly What to Say es para ti, pero tal vez conozcas a alguien más que esté interesado.
Está bien, nos atrapaste; Estamos jugando un pequeño juego contigo aquí. Verás, la frase “No sé si esto es para ti, pero…” ya te interesa. La primera parte de la frase golpea tu cerebro subconsciente con la sensación de que no hay presión involucrada; tal vez te interese, tal vez no. Y al mismo tiempo, la sugerencia de que quizás no estés interesado en realidad despierta tu interés y te prepara con la idea de que se debe tomar una decisión: ¿es para ti o no?
Sin embargo, agregar la palabra pero al final es donde entra en juego la verdadera magia. Usar pero cancela la parte «No estoy seguro…» de la oración y tu subconsciente simplemente dice: «¡Quiero ver esto! ”
Entonces, dado que ya lo hemos enganchado, entremos en algunas palabras mágicas más que pueden ayudarlo a dirigir cualquier conversación o transacción comercial para que funcione a su favor.
Dirigir la conversación
¿Qué tan abierto eres? Considere esa pregunta por un momento. Casi todos creen que son de mente abierta. Phil Jones, el autor de Exactly What to Say, dice que si inicias una conversación con esa frase y la sigues con la idea que quieres que la persona acepte, las probabilidades de que lo haga aumentan de 50-50 a 90-10. A tu favor. Entonces, si pregunta, por ejemplo, «¿Sería de mente abierta acerca de que trabajemos juntos en esto?» dificulta que la otra persona rechace tu idea. Sienten la obligación de al menos intentarlo.
A veces te das cuenta de que la persona con la que estás hablando quiere discutir contigo. Están convencidos de que saben más. Para evitar entrar en un debate, resistir la tentación de tratar de ganar la discusión y recuperar el control de la conversación, puede intentar darle un giro a la discusión usando las palabras «¿Qué sabes sobre…»? Estas palabras te permiten probar el base en la que se basa el razonamiento de la otra persona. Su objetivo es lograr que reconozcan que no tienen pruebas suficientes para formar su opinión firme. Por lo tanto, podría intentar algo como «¿Qué sabe acerca de nuestros productos?» o «¿Qué sabes sobre la forma en que funciona nuestro negocio?» Cuando la otra persona responda, estarás en posición de corregir cualquier error en su conocimiento.
Conseguir que alguien acuerde una fecha y hora para verlo y discutir su propuesta, idea de negocio o producto a menudo puede ser un desafío. Pero hay buenas noticias. Una simple frase te ayudará a superar a otras personas que te dicen que no tienen tiempo. Cuando le preguntas a alguien: “¿Cuándo sería un buen momento para…? El subconsciente de la otra persona ya está sintonizado con la idea de que hay un buen momento y que decir que no no es la respuesta correcta. Al usar la frase, le has demostrado a la otra persona que sabes que está ocupada, pero que habrá un momento en el que pueda encajarte.
Opciones de presentación
Si ha enviado algunos materiales comerciales antes de una reunión, o si es la segunda vez que ve a una persona después de presentar su idea, aún debe mantener el control de la conversación. Una buena frase de apertura en tales situaciones es “Supongo que no has llegado a…” Esto le permite a la otra persona salvar las apariencias. Entonces, por ejemplo, si la persona dijo que necesita consultar a su pareja, podrías decir «Supongo que aún no has hablado con tu pareja». En este escenario, la persona estará orgullosa de haberlo hecho o avergonzada de no haberlo hecho.
Al final de sus presentaciones, ¿con qué frecuencia cierra con «¿Tiene alguna pregunta?» Mucha gente lo hace, pero lo que hace esta pregunta es crear una expectativa en la otra persona de que debería tener una pregunta y sentirse estúpida si no la tiene. Si cambia la redacción a «¿Qué preguntas tiene para mí?» la otra persona tiene una pregunta o no tiene ninguna pregunta. Si es lo primero, puede proporcionar la respuesta, y si es lo segundo, entonces está más cerca de cerrar el trato.
En la misma línea, en lugar de preguntar «¿Me puede dar su número de teléfono?» intente decir «¿Cuál es el mejor número para que me comunique con usted?» La pregunta ¿Puedo crear resistencia? La otra persona puede verlo como una invasión de su privacidad. La segunda pregunta generalmente no genera resistencia.
Todos deben sentir que son ellos quienes toman la decisión final. Puede ayudar en este proceso al reducir las opciones. Puede hacer esto usando la frase «Como yo lo veo, tiene tres opciones». Presentar tres opciones no solo hace que sea más fácil para la otra persona, sino que también te permite construir la última, que es, por supuesto, la que quieres que haga.
Ilustremos esto con un ejemplo. Comience por establecer el escenario, la situación actual de la otra persona: atrapada en un trabajo aburrido sin perspectivas, muchas horas, por lo que no hay tiempo para la familia y el dinero escasea. Luego, recuérdele a la otra persona la emocionante oportunidad que acaba de mostrarle. Ahora, tienen tres opciones. Primero, busque nuevos puestos, envíe su currículum y solicitudes, tenga entrevistas, encuentre otro empleador y termine haciendo el mismo tipo de trabajo por una pequeña recompensa adicional. Segundo, no hacer nada y permanecer en su situación actual. Tercero, trabaje la oportunidad que les ha mostrado junto con su trabajo actual. Termina preguntando: “¿Y cuál de esas tres opciones te va a resultar más fácil?”. ¡Estas últimas palabras mágicas cerrarán el trato!
Causa y efecto
Hay dos tipos de personas en este mundo, las personas que inmediatamente ponen en acción lo que escuchan y las que no hacen nada. Seguro que ya te identificas -o quieres identificarte- con el primer grupo de personas. En el momento en que se pronuncia la frase «dos tipos de personas», la voz en tu cabeza o en la de cualquier otra persona dice: «Debo ser uno u otro», y por supuesto, tú y ellos quieren elegir la opción más favorable.
Apuesto a que eres un poco como yo: preferirías estar trabajando en algo productivo que hojear Netflix por las noches. Incluso si, en este caso, no eres como yo, esas palabras son poderosas cuando se trata de lograr que alguien esté de acuerdo contigo. Si la persona no está de acuerdo contigo, es una herramienta útil para recopilar información sobre la persona a la que le estás presentando. Y cuando están de acuerdo, elimina posibles objeciones futuras, especialmente si se trata de decir que no tienen tiempo para la oportunidad que les estás ofreciendo.
¿Recuerdas el tipo de cosas que tus padres solían decirte cuando eras niño? Muy probablemente, a veces tomaron la forma de declaraciones condicionales. ¿A qué nos referimos con eso? Bueno, declaraciones que comienzan con si y tienen una consecuencia que continúa después de entonces . Un ejemplo podría ser: “Si no estudias mucho en la escuela, entonces no podrás ir a la universidad”. O, «Si no ordenas tu habitación, entonces estás castigado». Estas afirmaciones, si…, entonces … son poderosas porque el patrón que han creado en su cerebro ha creado la sensación de que las consecuencias siempre son ciertas.
Todo muy bien, pero ¿qué significa para usted en los negocios y el desarrollo personal? Considere estos dos ejemplos: «Si lo intenta, entonces no se sentirá decepcionado». Y, «Si pones en práctica este patrón de oración, entonces ciertamente verás resultados cuando lo hagas».
Guía de los próximos pasos
Imagina por un momento que has retrocedido en el tiempo a cuando eras un niño. Estás en la playa y hay un saliente rocoso desde el que puedes saltar al mar. También estás con otros niños, pero ninguno de ustedes quiere ser el primero en saltar. Eventualmente, el primer niño valiente salta al agua y aterriza con un chapoteo. Tan pronto como todos ven la gran sonrisa en la cara del primer niño y el hecho de que no están heridos, todos quieren intentarlo.
Verá, lo que pasa con nosotros los humanos es que nos gusta ser seguidores y confiamos en la seguridad en números. Y ahí es donde entran nuestras próximas palabras mágicas: la mayoría de las personas . Cuando usamos esas palabras para describir una situación a alguien, su subconsciente dice que si la mayoría de la gente hace eso, probablemente ellos también deberían hacerlo.
¿Quieres escuchar cómo la mayoría de la gente puede convertir lo negativo en positivo? Pueden utilizar una técnica conocida como etiquetado . Cuando etiqueta algo en una conversación, se vuelve difícil eliminar esa etiqueta. ¡Literalmente, la etiqueta se pega! Y así es como puedes usar las palabras mágicas, La buena noticia es…
Ilustremos esto con el ejemplo de alguien que duda de su capacidad para trabajar contigo en el negocio. Puede tranquilizarlos diciendo: «La buena noticia es que otras personas estaban en la misma situación cuando comenzaron, pero pudimos apoyarlos y ahora tienen mucho éxito». Esto hace que la persona mire hacia adelante y, como dice Jones, «elimina cualquier energía negativa de la conversación».
Ha invertido tiempo explicando su propuesta comercial a un cliente potencial, ha estado de acuerdo con todo lo que ha dicho y ha llegado el momento en que desea que se comprometa, que tome una decisión, pero de repente la conversación termina abruptamente. ¿A qué te dedicas? Bueno, lo que no haces es dejar que la toma de decisiones suceda por sí misma o en manos de tu prospecto. Es aquí donde puede guiarlos a través del proceso de toma de decisiones usando las palabras «Lo que sucede después es…» Efectivamente, lo que hace es guiar a su prospecto de la mano hasta el final. No les diga lo que quiere que hagan, más bien dígales exactamente cuáles son los siguientes pasos.
Facilitar las decisiones
Es viernes por la noche y tienes muchas ganas de encontrarte con tu amigo en el cine. Se niegan diciendo que no pueden llegar allí porque su coche está en el garaje. Puedes superar esta objeción usando un «Si puedo… ¿lo harás?» estructura, entonces, «Si puedo recogerlo y dejarlo después, ¿estará listo a las 8:00 p. m.?» Esta sencilla técnica también funciona en las negociaciones, por ejemplo, en el precio: «Si puedo igualar ese precio, ¿podrá hacer un pedido?»
Lograr que alguien diga que sí cuando se dirigía hacia el no es una tarea bastante difícil. Lo que realmente necesita hacer es hacer que cambien a tal vez primero. Como puedes hacer eso? Trate de guiarlos hacia su idea usando las palabras, «Antes de que se decida…»
Entonces, por ejemplo, podrías decir «Antes de que te decidas, repasemos los detalles nuevamente y asegurémonos de cubrir todos los hechos». Este tipo de sentencia permitirá que la negociación continúe. Es posible que pueda presentar los hechos de una manera ligeramente diferente, o cubrir el material que omitió anteriormente, cambiando la perspectiva de su prospecto y dirigiéndolo una vez más en la dirección del sí.
Probablemente la gente le ha dicho muchas veces que necesitan más tiempo para pensar. Por lo general, esto no significa nada por el estilo, sino que están dejando de lado la toma de decisiones. Es posible que desee responder con «¿Qué es lo que necesita pensar?» pero no hagas eso, tal como está, parece grosero y un poco agresivo. Y definitivamente no te alejes y le digas a la otra persona que regrese contigo cuando esté lista. En su lugar, ¿por qué no anteponerle algunas palabras mágicas, como esta “Solo por curiosidad, ¿ en qué tienes que pensar? ”
Y luego, y esto es importante, no digas nada y espera una respuesta. Hay dos resultados posibles. Primero, la otra persona te dará una razón honesta y puedes trabajar con ella en eso, o segundo, te dirá que en realidad no hay nada que le impida continuar. Puede agregar las palabras mágicas «Solo por curiosidad…» en muchas situaciones para convertir lo que de otro modo podría haber sido una pregunta grosera en un medio para identificar sus objeciones.
No te preocupes, sabemos que ha habido muchas palabras mágicas en este resumen para que las recuerdes y las uses. Los conocerá a medida que primero los practique y luego los domine. En realidad, esas dos palabras que acabamos de usar, no te preocupes , también son palabras mágicas. Inmediatamente, tranquilizan a las personas en situaciones de alto estrés. Úsalos, e inmediatamente tendrás cualquier situación bajo control.
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