Actualizado el viernes, 28 junio, 2024
La Semana Santa es una fiesta religiosa que se celebra en España, muy especialmente, en Andalucía, y cuenta con un programa repleto de eventos religiosos y sociales que no sólo tienen lugar en las calles de la ciudad con un marcado tinte religioso y muy vinculado a distintas tradiciones. Es una fiesta tan impresionante que la primera vez que las ves es imposible no quedarte emocionado, fascinado… o asustado.
Tradicionalmente, las noticias que se repiten están relacionadas con confusiones históricas como, por ejemplo, la sucedida este año a un jugador de baloncesto americano que paseaba por las calles de Sevilla y, al ver a los tradicionales nazarenos, creyó estar viendo a miembros de la organización racista Ku Klux Klan (KKK). Esto fue lo que Trent Lockett compartió este fin de semana en sus redes sociales:
Este jugador americano del Betis Energía Plus alucinó el pasado Domingo de Ramos cuando se fue cruzando por las calles de Sevilla con nazarenos que, por su parecida vestimenta, los confundió con miembros del Ku Klux Klan. El propio jugador, natural de Golden Valley (Minnesota), compartió varias fotos en su perfil de Instagram con gestos de interrogación porque no daba crédito a lo que estaba viendo. Después de las rápidas aclaraciones de sus seguidores, Lockett explicó el motivo de su confusión: «Es una de las cosas más increíbles que podía ver. Pero no tienen ninguna relación con el pensamiento del KKK. Esta tradición nació varios siglos antes que el KKK».
Tan extendido es el desconocimiento de esta tradición que incluso en populares películas americanas no se describe bien de qué se trata y la mezclan con las fiestas de San Fermín en Pamplona y la de las Fallas en Valencia.
En esta escena de la película Misión Imposible II se supone que están en Sevilla, pero se ve gente vestida como para ir a segar al campo, quemando imágenes religiosas y, en medio de todo esto, unas falleras valencianas. Y entonces Anthony Hopkin suelta por esa boquita «estas fiestas son un fastidio… honrar a los santos quemando cosas… Curiosa manera de venerarlos», en la que el guionista muestra su perfecto conocimiento de las fallas, Semana Santa… y nadie en la producción de la película se molesta en corregirlo.
¿Pero ocurre lo mismo dentro de nuestras fronteras?
Este tipo de confusiones suelen darse porque no se conoce la cultura local y, desde fuera, la tradición local siempre es prejuzgada con parámetros que no corresponden al propio contexto. Pero esto también sucede dentro de España donde una misma tradición puede ser juzgada desde distintas sensibilidades y generar gran polémica. Os ponemos el último y más sonado ejemplo.
En la jornada del 10 abril una delegación de la Congregación de Mena y de la Legión se trasladó al Hospital Materno Infantil de mi ciudad, Málaga, para visitar a los niños allí ingresados en la planta de Oncología. La gran mayoría de malagueños y asistentes al evento agradecieron emocionados el gesto:
Sin embargo, las redes sociales rápidamente se hicieron eco del momento en el que la Legión desfiló en la ludoteca del centro entonando ante los niños enfermos su famoso himno El novio de la muerte. La letra de la canción tiene párrafos como este:
«Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera».
Según han explicado los organizadores, era la primera vez que la cofradía de Mena y la Legión acudían a visitar a los niños enfermos en el Hospital de Málaga. Una iniciativa que bautizaron como Misión Hospitalaria Teniente Ramón en homenaje a un militar fallecido. Y mientras los asistentes lloraban emocionados y agradecían el gesto, en las redes se veía de otra forma totalmente distinta:
Tal ha sido el revuelo y la polémica que llegará hasta el Parlamento de Andalucía. Izquierda Unida registrará una pregunta dirigida al consejero de Salud de la Junta de Andalucía. La delegación de IU en Málaga considera «inaceptable» que se «facilite la presencia de militares en un centro público, vinculados a la Semana Santa y cantando el himno de la Legión, con el agravante de que lo hacen en la planta de oncología infantil».
Hoy, más que nunca, necesitamos tu opinión en este asunto. ¿Crees que se equivocaron los legionarios y no debieron cantar esta canción a los niños enfermos? ¿O crees que la comunidad de redes sociales no debería opinar desde la distancia sobre una tradición que desconoce?
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.