Actualizado el miércoles, 3 mayo, 2023
Un vídeo nos (de)muestra cómo el ser humano ha sido domesticado. El experimento es muy sencillo: ver si una mujer se levanta con un sonido cuando todos los demás a su alrededor lo hacen. ¿Los imitará aunque no tenga ninguna razón lógica para hacerlo o simplemente se quedará extrañada y seguirá sentada?
Pues sí, al tercer «bip» del timbre, la mujer se levanta junto con todos los demás y, así, empieza a formar parte del grupo. Parece que, como a un animalillo enjaulado, se ha domesticado y sigue al resto del rebaño.
En la siguiente fase, los sujetos conscientes del experimento y que se han estado levantado con cada sonido, se van yendo. El grupo se va reduciendo, pero la mujer sigue levantándose con los que van quedando.
Lo impresionante es que cuando ya no queda absolutamente nadie más que ella, sigue levantándose cuando escucha el mismo «bip». Nadie (salvo las cámaras ocultas) la están observando y, sin embargo, ella ya ha integrado la regla y la ha hecho propia. Cree que es su deber y lo hace sin cuestionarlo lo más mínimo, simplemente porque el resto lo hacía.
Muy curioso en la tercera fase, cuando entra otro sujeto que no conoce la regla de levantarse con el sonido y termina preguntándole a la chica por qué lo hace. Al final, él también se levanta con el sonido, con la simple explicación de que los que estaban allí anteriormente lo habían estado haciendo. Y así fue pasando con cada una de las personas que llegaba, veían el ritual y lo seguían, tal y como se veía al principio.
Para sentirnos aceptados por los demás, parte de un grupo, terminamos adoptando comportamientos que ni siquiera sabemos a qué responden o por qué se crearon en un primer momento. Tendemos a convertirnos en una especie de rebaño de ovejas.
Es importante reflexionar y darse cuenta para poder romper con determinadas pautas negativas y poder generar rituales que beneficien al conjunto de la sociedad y no al revés. Ya sabemos lo que dicen de que una mentira contada 100 veces termina convirtiéndose en verdad. La influencia social es muy poderosa y terminamos inmersos en ella de una forma que llega a ser insana en muchas ocasiones.
Y tú, ¿hubieras seguido la supuesta regla sin cuestionarla como hizo la mujer del vídeo? ¿Habrías preguntado un motivo y te habrías negado o habrías, igualmente, cedido como hizo el segundo sujeto?
¿Cómo crees que hubieras actuado?
¿El ser humano está domesticado?
En la actualidad, existen diferentes opiniones acerca de si el ser humano está o no domesticado. Este debate se ha mantenido durante muchos años, y ha sido objeto de discusión entre filósofos, biólogos, psicólogos y sociólogos. En este artículo, analizaremos este tema a fondo y presentaremos nuestra opinión acerca de si el ser humano está o no domesticado.
¿Qué es la domesticación?
La domesticación es un proceso por el cual los seres vivos se adaptan a vivir bajo condiciones controladas por el ser humano. Este proceso ha sido utilizado por los humanos desde hace miles de años para crear animales y plantas que sean más útiles para ellos. La domesticación ha permitido que los humanos obtengan alimentos, transporte y compañía de animales que han sido criados para satisfacer sus necesidades.
¿El ser humano está domesticado?
En nuestra opinión, el ser humano no está domesticado. A pesar de que hemos desarrollado diferentes habilidades para adaptarnos a nuestro entorno, el ser humano sigue siendo un ser libre e independiente. Los humanos han logrado controlar y manipular a otros seres vivos, pero no se han domesticado a sí mismos.
El ser humano posee una gran capacidad de adaptación a diferentes entornos y situaciones, lo que les permite sobrevivir en diferentes condiciones. Además, los seres humanos tienen la capacidad de pensar, razonar y tomar decisiones por sí mismos, lo que les permite tener una gran libertad de elección en sus vidas.
Aunque los humanos han sido influenciados por diferentes factores, como la cultura y la educación, siguen siendo capaces de tomar decisiones que no están necesariamente basadas en la supervivencia o la comodidad. El ser humano es capaz de cuestionar su entorno y de actuar de forma autónoma, lo que demuestra que no está domesticado.
¿Por qué se debate este tema?
Este tema se debate porque algunos argumentan que el ser humano se ha vuelto cada vez más dependiente de la tecnología y la sociedad, lo que podría ser una forma de domesticación. Otros argumentan que la educación y la cultura son formas de domesticación que influyen en la forma en que los seres humanos piensan y actúan.
Sin embargo, en nuestra opinión, estas influencias no son suficientes para considerar que el ser humano está domesticado. Los humanos siguen siendo capaces de tomar decisiones por sí mismos y de actuar de forma independiente, aunque su entorno y cultura pueden influir en ellos.
Experimentos sociales de domesticación humana
La domesticación es un proceso que ha sido observado en muchas especies animales, pero ¿y si se aplicara a los seres humanos? Esta pregunta ha generado curiosidad en el mundo científico, llevando a la realización de diversos experimentos sociales que buscan responder si el ser humano está domesticado. En este artículo, vamos a explorar algunos de estos experimentos y sus resultados.
La Prisión de Stanford
Uno de los experimentos más famosos sobre la domesticación humana es el experimento de la prisión de Stanford. En este estudio, los participantes fueron divididos en dos grupos: los prisioneros y los guardias. A lo largo de dos semanas, los guardias comenzaron a ejercer un control cada vez más severo sobre los prisioneros, llegando a abusar física y psicológicamente de ellos.
Los prisioneros, por su parte, comenzaron a aceptar y justificar el trato inhumano al que estaban siendo sometidos. Incluso llegaron a tomar la identidad de sus roles asignados, asumiendo el papel de verdaderos delincuentes y perdiendo su sentido de la propia identidad.
Este experimento ha sido criticado por la crueldad y la falta de ética en su diseño. Sin embargo, ha dejado una lección importante sobre cómo la autoridad y el poder pueden afectar la forma en que nos comportamos y pensamos sobre nosotros mismos.
El experimento de Milgram
El experimento de Milgram es otro de los experimentos más famosos sobre la obediencia y la domesticación humana. En este estudio, los participantes fueron instruidos a administrar descargas eléctricas a un «sujeto» cada vez que cometía un error en un cuestionario. A pesar de que el «sujeto» no estaba realmente recibiendo las descargas, los participantes continuaron administrándolas a pesar de los gritos y suplicas de la víctima ficticia.
Este experimento demostró cómo la obediencia a la autoridad puede llevar a las personas a realizar actos crueles y sin sentido. También demostró la importancia de la responsabilidad personal y la necesidad de cuestionar las órdenes de aquellos en posiciones de poder.
El experimento de la tercera ola
En este experimento social, un profesor de historia de secundaria en California decidió llevar a cabo un experimento sobre la domesticación humana. Durante una semana, creó un régimen de disciplina y autoridad en su clase, alentando a los estudiantes a seguir reglas estrictas y aplicando sanciones para aquellos que las incumplieran.
El experimento resultó en la creación de un movimiento autodenominado «La Tercera Ola», donde los estudiantes adoptaron un sistema de jerarquía y disciplina similar al de un estado totalitario. El experimento fue interrumpido cuando los estudiantes comenzaron a mostrar comportamientos preocupantes, como la denuncia de sus propios compañeros por faltas menores.
Este experimento demostró cómo la búsqueda del poder y la disciplina puede llevar a la adopción de comportamientos totalitarios y extremos.
Los experimentos sociales sobre la domesticación humana han demostrado que la autoridad y el poder pueden llevar a las personas a adoptar comportamientos extremos y a perder su sentido de la propia identidad. También han demostrado la importancia de
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.