Actualizado el martes, 8 diciembre, 2020
En este post, descubriremos de la mano de Eduard Punset cómo será el futuro. ¿Será mejor o peor de lo que lo imaginamos?
De eso trata el libro de Punset Viaje a la vida, del futuro de sus habitantes. Como en cada uno de sus libros, podemos encontrar muchas opiniones científicas, de grandes pensadores, pinceladas que están configurando nuestro presente y que definirán nuestro futuro.
Estamos acostumbrados a pensar en el futuro como algo aterrador, sobre todo si nos obcecamos en el monopolio de las nuevas tecnologías y los robots. Pero, por el contrario, Punset sí cree en un futuro mejor; un futuro en el que se abrirán nuevas puertas.
Al contrario de lo que muchos piensan sobre esa nueva sociedad, el futuro se presenta con un sistema donde reina la empatía y cooperación, donde la persona será el centro de un renovado «humanismo», según defienden autores como Jeremy Rifkin. Nuevos modelos sociales y, sobre todo, un gran cambio antropológico que, según Punset, hará que se modifiquen muchos paradigmas humanos: dejamos de centrarnos en conocer las cosas y empezaremos a resolver los problemas.
Para comenzar todos estos cambios, debemos adquirir nuevas formas de aprendizaje lideradas por el aprender a concentrar la atención, a trabajar en equipo, a dominar la comunicación digital, a implantar metodologías para solventar problemas y a desaprender. Todo ello sin olvidarnos de buscar la felicidad.
«Lo importante es la capacidad de ilusionarnos con lo que vendrá porque la felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad».
—Punset
El cambio se basa en ocho puntos que determinarán nuestro futuro en los próximos años
1. Familias pequeñas
Una familia de menor tamaño y con menos obsesiones, así serán los hogares españoles. Menos personas en lugares más modestos, pero más alegres.
2. Hogares más pequeños
Desaparecerá el concepto de casa grande. Por primera vez en varios siglos, dejará de ser extraña la costumbre de compartir el dormitorio con hijos, nietos o amigos. En los países occidentales se volverá a dormir acompañado.
3. Más cuidado del cuerpo
Como en la antigüedad, reinará el mens sana in corpore sano. Aceptaremos que la salud mental depende de la salud física y se cuidarán ambas por igual.
4. Encontrar vocaciones
Un mundo en el que el trabajo y el entretenimiento irán de la mano, así será. Se asignarán las profesiones bajo lo que los educadores llaman el elemento de cada uno. Es decir, estudiar en detalle y profundamente la propia disciplina sin dejar nunca de soñar.
5. Más solidarios y compasivos
Una sociedad bajo el lema «ser feliz consiste en hacer felices a los demás». Poco a poco, quebrarán todos los negocios dirigidos por personas egoístas, autoritarias y maleducadas.
6. Mayor confianza en las comunidades
Gracias a las redes sociales y a la propagación de la empatía, poco a poco la sociedad irá aprendiendo a cuidar de sí misma y a no necesitar las ayudas interesadas de terceros.
7. Menor confianza en las instituciones
A pie de calle podremos ver, si alguno aún no lo ha hecho ya, la merma del poder de seducción del estado. La supremacía del estado está llamada a ser superada por las personas quienes, por medio de la intuición, encontrarán la guía para orientar sus pasos sin necesidad de atender otras órdenes superiores.
8. La necesidad de reformular la enseñanza
La educación de la Revolución industrial ya no sirven en la sociedad del conocimiento. Ahora tenemos que luchar para cambiar el sistema de enseñanza y rehacer este mundo. Es momento de enseñar a los niños a cambiar de opinión, de igualar la danza a las matemáticas en los programas escolares y de recuperar el valor de la intuición como fuente de conocimiento primordial.
Para Punset, este conjunto de poderosos cambios resultará, por extraños que suenen, positivos, porque “el viaje a la vida no se detiene; el viaje a la vida continúa”.
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