Actualizado el miércoles, 21 octubre, 2020
Algo pasa en Japón con el amor y con las parejas sentimentales. Ya se comprobó la insólita relación que los hijos del sol naciente mantienen con todo lo que huela a sexo en el documental El imperio de los sinsexo, donde los matrimonios se vanagloriaban de no hacer el amor durante décadas y, mientras, los esposos acudían diariamente a las cabinas de los sexshops para ver vídeos pornográficos. Allí, el sexo parece haber cruzado la línea de lo humano para ubicarse en el terreno de lo comercial. El artista Haruhiko Kawaguchi sigue la misma línea en su propuesta fotográfica Flesh love (amor carnal).
Amor al vacío
El autor, también conocido como Photographer Hal, ha envasado en plástico, al vacío, a numerosas parejas. Asegura que se inspiró observando el ambiente de los bares y las calles con más vida nocturna de Tokio. Y por allí empezó el reclutamiento. Se dedicó a interceptar a las parejas que le resultaban más sugerentes para participar en su proyecto. A pesar del rechazo, la indiferencia o la desconfianza con que le respondían muchos novios, Kawaguchi consiguió una buena plantilla. Tomó a los modelos, los embaló y trato de unirlos como si fueran un solo ser. El autor, preocupado por la actual fragilidad de las relaciones, pensó que el único lugar en que el amor puede alcanzar su punto máximo sin perder propiedades es un paquete sellado al vacío. El resultado, como se ve, es espeluznante. ¿Estamos ante la locura de un artista o ante un toque de atención lleno de ironía?
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