Actualizado el lunes, 24 junio, 2024
El mundo lucha por inmunizar a la población (y al capitalismo) contra los efectos del coronavirus pero no hay una respuesta colectiva en una crisis que podría llevarnos a peligrosas decisiones políticas de pérdida de libertades. Los temores a una nueva cepa del coronavirus se extienden pero los investigadores aún no tienen una conclusión clara y varios estudios se contradicen entre sí.
Black Mirror es una de las series de moda de Netflix y, si aún no lo has hecho, deberías ponerte al día con ella. Después de hacerlo, reflexiona un poco: las distopías de las que nos habla, ¿podrían ser reales?
Seguro que tu primera reacción es soltar un «no, ¡qué va! ¡Imposible!», pero ¡cuidado!, las realidades representadas en la serie creada por Charlie Brooker están más cerca que nunca de hacerse realidad. Sí, sí, lo que lees. Y todo gracias al gigante asiático: China ha decidido implementar un sistema de valoración social (que, a mí particularmente, me da un poco de «yuyu») al más puro estilo Black Mirror.
El big data vigila a cada ciudadano chino. Y se recurre a él para contener el coronavirus, que ya ha causado más de dos mil víctimas mortales y miles de infectados. Tanto que se opta por restringir viajes, cerrar fronteras e incluso poner en pausa las libertades. Como en una película de la tarde del sábado en televisión, el virus se expande sin control aparente, el ejército ya toma los mandos y el ciudadano vive recluido; espera la vacuna definitiva. ¿Ficción? No para China.
El gigante asiático ve cómo desciende el número de contagios del también llamado Covid-19. Sobre todo en la provincia de Hubei, el epicentro de la epidemia. “Es real”, relataba hace unos pocos días el epidemiólogo canadiense al frente de la misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desplazada a Wuhan, Bruce Aylward.
Para los que hayáis visto Caída en picado (Nosedive), primer capítulo de la tercera temporada de esta serie británica, probablemente el plan del gobierno chino os recuerde un poquito a la idea central del episodio: una sociedad regida por la valoración y puntuación que otras personas te dan al interactuar contigo. Si caes bien, triunfarás. Si no, te convertirás en un paria.
Internet Plus, el nuevo método de control del gobierno chino
Porque los gobiernos vacilan. Y mientras el coronavirus remite en la República Popular, crece en Europa y Occidente. Es por eso que las instituciones sanitarias internacionales buscan una solución. Y no sin polémica, la OMS elogia la política oficial de Pekín –pese a sus consecuencias paralelas. La primera, el evidente peaje de un mayor control social en forma de –pero no sólo– nuevas app que identifican, analizan, clasifican y atenazan a sus ciudadanos.
Primero, el gobierno de la república popular decidió hacer real un sistema de reconocimiento facial similar al de Minority Report tras instalar más de veinte millones de cámaras de vigilancia masiva que incorporan inteligencia artificial en las calles del país.
Después, las autoridades de Xinjiang, una región del norte de China, obligaron a sus ciudadanos a instalar una aplicación de vigilancia en sus teléfonos Android para eliminar todo el supuesto contenido terrorista y vigilar los posibles actos delictivos. Y, ahora, se implementará un sistema de puntuación ciudadana que catalogará a la población según sus ingresos, deudas, compras y opiniones políticas.
¿El objetivo? Sancionar a nivel económico y social a todas aquellas personas en las que no se pueda confiar según su puntuación.
Este sistema de puntuación online recogerá datos personales, económicos y sociales de los ciudadanos chinos y pretende promover el buen comportamiento y una «cultura de sinceridad». Toda la información estará ahí fuera (lo bueno y lo malo, lo que queremos que se conozca y lo que queremos ocultar) para que otros la juzguen. Los partidarios de esta iniciativa la llaman Internet Plus, aunque sus detractores reconozcan que es un «estado policial del siglo XXI».
Para que juzgues por ti mismo, el control que tendrán las autoridades sobre la ciudadanía irá bastante más allá. Según un documento publicado por el Partido Comunista Chino, aquellas personas que acumulen deudas, publiquen cosas contra el gobierno o tengan multas de tráfico podrían ver afectadas sus libertades básicas e, incluso, perderían el acceso a la seguridad social.
¿Cómo afectarán las valoraciones en este nuevo sistema?
Las «malas puntuaciones» afectarán de muchas maneras a la ciudadanía china. El gobierno podrá aplicar sanciones tales como impedir que alguien se presente a un cargo público o prohibirles postularse para trabajar en la dirección de farmacéuticas o empresas de alimentación. Además, los ciudadanos que no muestren un «comportamiento ejemplar» serán cacheados a fondo en las aduanas, se les vetará en ciertos hoteles y restaurantes de categoría y sus hijos no podrán asistir a las escuelas privadas. Es más, este sistema permitirá a los bancos y entidades de crédito saber qué riesgo implica conceder un crédito a una persona con determinada puntuación. Todo ello gracias a Internet Plus y a su «capacidad» de discernir si se puede confiar en los ciudadanos o no.
El sistema de valoración chino penalizará a los ciudadanos peor valorados al más puro estilo Black Mirror.
Internet Plus es un sueño para el gobierno chino (para cualquier gobierno, en realidad) y una pesadilla para los millones de habitantes del país asiático (al menos a mí me preocuparía). El sistema se está implementando poco a poco y aún no hay fecha exacta para su lanzamiento a gran escala; sin embargo, 2018 es el año decisivo para mejorar las plataformas a través de las que se ofrezca. La idea es acabar convirtiéndolo en algo obligatorio en un periodo de tiempo que, creemos, no será muy largo.
¿Qué opinas? ¿Está la sociedad distópica de Black Mirror haciéndose realidad?
Artículo original: Código Nuevo
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