Actualizado el domingo, 16 junio, 2019
Si al pensar en un lugar utópico donde te gustaría vivir, te viene a la mente una ciudad donde más allá de la religión, el dinero y la política, todas las culturas puedan convivir en paz, no busques más. Ese lugar existe, se llama Auroville y está en la India.
Auroville fue fundada en 1968 al amparo de la UNESCO como ciudad internacional, en la que todos los movimientos culturas y ONGs que quieran mejorar el planeta puedan unirse a este proyecto de convivencia pacífica. Incluso ha sido visitada por personalidades como el Dalai Lama.
Auroville se encuentra en Viluppuram y fue fundada por Mirra Alfassa (también conocida como “la madre”). Su idea sobre Auroville era clara:
«Debería haber en la Tierra un lugar que ninguna nación pudiese reclamar como suyo; donde todo ser humano de buena voluntad que tuviera una aspiración sincera pudiera vivir libre como ciudadano del mundo obedeciendo a una sola autoridad, la de la suprema verdad; un lugar de paz, de concordia y de armonía donde todo instinto de lucha en el hombre fuera usado exclusivamente para vencer la causa de sus sufrimientos y sus miserias, para superar sus debilidades y su ignorancia, y para triunfar sobre sus limitaciones y sus incapacidades; un lugar donde las necesidades del espíritu y el interés de progreso prevalecieran sobre la satisfacción de los deseos y las pasiones o la búsqueda de placeres y el goce material».
Se trata de un lugar excepcional donde los haya: no se intercambia dinero sino que todo funciona a través del trueque ni hay religiones. En cuanto a la política, no existe un orden jerárquico,y está controlada por un grupo de 900 personas, los residentes más adultos.
A pesar de todo ello, las más de 50 nacionalidades y culturas diferentes que se aglutinan en ella conviven en paz y armonía.
Auroville busca ser una ciudad universal en la que las mujeres y hombres de todos los países puedan vivir en armonía, por encima de cualquier creo, política o nacionalidad. El propósito de Auroville es realzar la unidad del ser humano.
En Auroville el reciclaje es una gran apuesta. Pretende convertirse en un modelo a seguir como eco-ciudad, no solo por su arquitectura experimental o el uso eficiente de las energías renovables sino también por su agricultura ecológica.
La ciudad es autosuficiente en leche y frutos estacionales, y produce el 2% del arroz y cereales que consume, y el 50% de hortalizas necesarias.
Auroville es un pequeño espacio pero sirve para darnos cuenta de que, poco a poco, y si aunamos nuestras fuerzas, podremos mejorar nuestra forma de concebir la vida, mejorando la relación entre el ser humano y la naturaleza.
Si quieres más información, puedes mirar su página oficial, la versión de esta en español o un documental que seguro que dará una visión más amplia.
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