Actualizado el domingo, 1 agosto, 2021
Vivir cerca de la playa te deja imágenes imborrables sobre todo durante la infancia. Puedo decir que pertenezco a esos cerca de 3.200 millones de personas que según la UNESCO, es decir la mitad de la población del globo, viven en la costas o a menos de 200 km del litoral.
Para el año 2025, se prevé que esta cifra alcanzará los 6.300 millones, es decir, que el 75% de la población mundial viva cerca de las costas.
Para esa otra mitad del globo, la playa es un lugar para ir de vacaciones o un día de vez en cuando para salir de la rutina. La idea de vivir allí a muchos les parece como un sueño, pero para los que la tenemos a diario… ¿qué sentimos realmente al experimentar eso todos los días del año?
Vamos a desengranar las 12 experiencias que sólo quienes hemos vivido o han vivido cerca la costa podrán entender y nos gustaría explicar a aquellos que disfrutáis de otras zonas del país:
1. La playa no es sólo un placer de verano
No hay nada más agradable que pasear abrigado por la arena de una playa desierta en invierno, un agradable estímulo para todos los sentidos.
2. Descubrir que las soluciones a la mayoría de los problemas se pueden encontrar estando sentado en la playa, mirando como el horizonte se funde con el mar.
El horizonte abierto te ofrece un momento perfecto para refrescar tu mente o meditar. Si necesitas inspiración también podrás encontrarla en ella, hundiendo los dedos de los pies en la arena, sintiendo la brisa en el rostro y perdiendo la mirada en el infinito.
3. El placer de comer en la playa
Eres una práctica meticulosa poder preparar y comer alimentos en la playa sin acabar tragando arena. Sin duda, una habilidad muy envidiada por el visitante ocasional de la playa.
4. Un mar diferente cada día.
Ningún mar es igual a otro. Ninguna ola es igual a otra. Por eso el mar te ofrece un ritmo constante de oleajes que acarician la orilla y se pierden en el horizonte. Es una paleta de colores realmente increíble.
5. Sabes que tu casa (tu coche, tu armario…) nunca estará libre de arena
Desde pequeño aceptas que es una guerra que no podrás ganar, aún cuando crees que no queda nada solo tienes que echar un vistazo al coche, la ropa , el pelo, tus oídos o tu mascota. La arena siempre quiere volver contigo a casa.
6. No te cansas de ella
Muchos de nosotros, además de adorar el mar, adoramos la montaña. En nuestras vacaciones escapamos a ella. Pero jamás te cansas de la playa, de la sensación de acariciar la arena, buscar conchas o darte un buen baño. No es que no te canses, es que quienes hemos vivido cerca del mar no podemos vivir sin sentir esas sensaciones cada cierto tiempo.
7. Reconoces un turista en cuanto lo ves
No lo podemos evitar, en cuanto alzamos la vista reconocemos si eres un turista de interior o no. Es automático e incluso divertido reconocer si es la primera vez que disfrutas de ella o eres un habitual de las escapadas a la playa. También, si la amas realmente o simplemente has venido a broncear tu piel para luego presumir ante tus amigos.
8. Respetas sus peligros
Has podido disfrutarlo en sus momentos más tranquilos y verlo cuando está incontrolable. Has visto muchos rescates e incluso puedes que en tu localidad haya muerto algún bañista incauto. Por eso entiendes que hay que respetar su poder y entender cuando el mar, necesita estar solo.
9. El 80% de tu ropa es de playa y te cuesta encontrar algo de abrigo cuando llega el frío
Tienes 5 tipos de chanclas, 7 pares de bañadores, 8 toallas distintas, 12 camisetas de tirantes… y te puedes tirar todo el verano olvidando que hay otro tipo de ropa. Eso sí, al llegar el frío descubres que sólo tienes un par de guantes y es imposible encontrar dónde los guardaste el año pasado.
10.Tienes claro que no hay sonido en el mundo mejor que el murmullo de las olas
Y por supuesto, no hay mejor tacto que el de la arena caliente y no hay mejor olor que la brisa del mar.
11. Te pones a la defensiva si alguien compara tu playa con otras playas
No todas playas son iguales y cada uno defiende su horizonte. Aunque en mi caso, aunque defiendo mi tierra, Málaga, he de reconocer que en Andalucía tenemos serios competidores y que disfruto muchísimo, especialmente en Agosto, playas como la de La Concha en San Sebastián o las playas de las islas.
12. No entiendes que haya gente que no le guste la playa.
Pasaron años hasta que descubrí algo que para mi era impensable: hay gente a la que no le gusta la playa. La primera vez que escuché a alguien decírmelo pensé que estaba bromeando. Para nosotros es como decir que no te gusta respirar. Puedes alejarte de ella durante un tiempo, pero sabes que la necesitas cada cierto tiempo. Y ella siempre te espera.
Y tú, ¿eres de los que odia o ama la playa?
Una respuesta a «12 cosas que sólo las personas que han vivido cerca de la playa entenderán»