Actualizado el miércoles, 5 junio, 2024
Silicon Valley nos ha hecho adictos al móvil, esto es lo que defiende el pensador creativo Tristan Harris. Quien ha empezado una particular lucha para intentar cambiar las reglas del juego e intentar convertir los dispositivos móviles en objetos útiles y no meras máquinas de distracción.
a adicción al smartphone es un fenómeno creciente y preocupante en la sociedad moderna. Esta adicción se refiere al uso compulsivo y excesivo de los teléfonos inteligentes, a menudo hasta el punto de interferir con la vida diaria y el bienestar general. Aquí hay una explicación más detallada sobre la adicción al smartphone hoy día:
Factores que Contribuyen a la Adicción al Smartphone
- Accesibilidad Constante: Los smartphones están siempre al alcance de la mano, lo que facilita el acceso inmediato a información, redes sociales, juegos, y aplicaciones. Esta accesibilidad constante puede llevar a un uso excesivo y compulsivo.
- Redes Sociales: Las plataformas de redes sociales están diseñadas para ser adictivas, con notificaciones constantes, «me gusta», comentarios, y la necesidad de estar siempre conectado. Esto genera una recompensa instantánea que puede ser difícil de resistir.
- Juegos y Aplicaciones: Muchos juegos y aplicaciones están diseñados con características de gamificación que incentivan el uso continuo. Las recompensas, logros y progresos en estos juegos pueden generar dependencia.
- Notificaciones y Recompensas Instantáneas: Las notificaciones constantes y la posibilidad de obtener gratificación instantánea al recibir mensajes, correos electrónicos, y actualizaciones generan una respuesta de dopamina en el cerebro, similar a otras formas de adicción.
Síntomas de la Adicción al Smartphone
- Uso Excesivo: Pasar varias horas al día usando el smartphone, incluso cuando no es necesario.
- Interferencia con la Vida Diaria: Dificultad para concentrarse en el trabajo, estudio o en actividades cotidianas debido al uso del teléfono.
- Dependencia Emocional: Sentir ansiedad, estrés o incomodidad cuando no se tiene acceso al teléfono.
- Problemas de Sueño: Uso del smartphone hasta altas horas de la noche, lo que puede afectar la calidad del sueño.
- Aislamiento Social: Preferir interactuar a través del teléfono en lugar de cara a cara, lo que puede llevar a problemas en las relaciones personales.
Consecuencias de la Adicción al Smartphone
- Problemas de Salud Mental: Aumento de la ansiedad, depresión y estrés debido al uso excesivo del smartphone.
- Impacto en la Productividad: Disminución de la eficiencia en el trabajo o estudio debido a la distracción constante.
- Problemas Físicos: Dolor de cuello, problemas de visión, y síndrome del túnel carpiano debido al uso prolongado del teléfono.
- Deterioro de las Relaciones: Problemas en las relaciones personales y familiares debido a la preferencia por el uso del teléfono sobre la interacción en persona.
Estrategias para Reducir la Adicción al Smartphone
- Establecer Límites de Uso: Definir tiempos específicos para el uso del smartphone y adherirse a ellos.
- Desactivar Notificaciones: Reducir las distracciones desactivando notificaciones no esenciales.
- Usar Aplicaciones de Gestión de Tiempo: Utilizar aplicaciones que monitorean y limitan el tiempo de uso del smartphone.
- Fomentar Actividades Sin Tecnología: Participar en actividades que no involucren el uso del teléfono, como leer, hacer ejercicio o socializar cara a cara.
- Conciencia y Autoevaluación: Ser consciente del propio comportamiento y evaluar periódicamente el uso del smartphone para hacer ajustes necesarios.
La adicción al smartphone es un problema complejo que requiere una combinación de autocontrol, conciencia y, en algunos casos, intervención profesional. Es importante encontrar un equilibrio saludable en el uso de la tecnología para mantener el bienestar físico y mental.
Adictos al móvil
¿Por qué Tristan está tan preocupado por las distracciones de nuestros smartphones? Solo en España consultamos de media 150 veces al día nuestro dispositivo móvil. Según empresa Phone House el 42 % de los usuarios españoles no pasa más de 60 minutos sin consultar las diversas aplicaciones (de índole social) que tenemos en nuestros smartphones. Hace ya dos décadas de aquel momento en que vimos por primera vez aquellos ladrillos, el Alcatel one touch easy o el mítico Nokia 3210. En aquel momento nadie imaginaba el poder que iban a tener los móviles en nuestras vidas convirtiéndose en nuestros inseparables compañeros de viaje. A día de hoy el 53% de los españoles sufre ansiedad o miedo si olvida el teléfono en casa.
Intentamos justificarnos diciendo que solo lo miramos cuando es estrictamente necesario, pero no es cierto. Nuestros dedos trastean con demasiada asiduidad sobre los iconos de Facebook, Twitter, Instagram, Gmail o Google Maps, entre otras muchas aplicaciones. ¿Quién no les echa un vistazo antes de dormir? ¿Y al despertar?. Es natural consultarlo cuando estamos en una reunión familiar, y ya tiene hasta nombre, el «phubbing» (término formado por las palabras phone y snubbing) que consiste en el acto de menospreciar a quien nos acompaña al prestar más atención al móvil u otros aparatos electrónicos que a su persona. Con esto no queremos decir que la tecnología solo se use o sirva para distraernos, pero si que es cierto que está construida de tal forma que resulta casi imposible evitarlo. Por y para la mejora de esta nos encontramos con el trabajo de Tristan Harris. Este pensador creativo está luchando contra las fugas de atención y mejorando la tecnología para que vuelva a ser una herramienta de provecho.
Para ello ha puesto en marcha Time Well Spent (tiempo bien usado), una bonita iniciativa para despertar la conciencia colectiva y darnos cuenta de la cantidad de tiempo que invertimos en el móvil. Según Harris, por contra de lo que muchos piensan sobre carencias personales, atribuye la obsesión por el móvil a cómo está construido el software. Todo está pensado para que dependamos de él.
“La urgencia de consultar nuestro teléfono es una reacción natural ante aplicaciones y sitios web diseñados para estar revisándolos de arriba abajo cuanto más tiempo mejor, y hemos perdido el control de nuestro vínculo con la tecnología porque esta ha mejorado su capacidad de controlarnos”.
Harris piensa, y no es el único, que las TIC deben estar al servicio de las personas y no convertirse en una herramienta para manipularnos y sacar beneficio de ello. Por ello, su proyecto busca devolverle integridad moral al diseño software, en resumen, quiere convencer al mundo tecnológico para que nos ayude a desconectarnos más fácilmente de estos dispositivos digitales.
¿Es posible crear esta sinergia entre el gigante tecnológico y los beneficios saludables para las personas? Si, el objetivo es crear productos útiles sin componentes “adictivos”, algo así como los cigarrillos sin nicotina. Según Harris estamos ante posiblemente la última oportunidad de recalcular el rumbo antes de que ciertas tecnologías nos empujen a un punto sin retorno.
El norteamericano no está solo en esta lucha tan particular, son muchos los compañeros de profesión que son conscientes de la dependencia de la nueva tecnología y abogan por un nuevo cambio de paradigma. Pero hasta que nazca esta nueva forma de smartphone, podemos empezar a realizar cambios en nuestro día a día como algunos consejos que nos da el mismo Harris.
Recomienda poner en vibración solo las notificaciones más urgentes, tener acceso a la cámara y a la alarma sin desbloquear el teléfono (para evitar caer en la tentación de abrir cualquier aplicación) o cargar el móvil fuera de la habitación, así no será lo primero y lo último que hagamos en nuestro día a día.
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