Como ya dijo la novelista española, Ana María Matute, el que no inventa, no vive. Y es que una de las capacidades más importantes que poseemos los seres humanos es la creatividad, ya que nos permite crear/inventar cosas nuevas y estar innovando constantemente partiendo de lo que ya disponemos.
En la adaptación a la naturaleza de la que disfruta el ser humano, la creatividad es esencial puesto que permite a la civilización avanzar hacia nuevas (y posiblemente mejores) formas, por lo que los gobiernos suelen destinar una parte de su presupuesto anual a la investigación.
El afán de los seres humanos por mejorar su calidad de vida, solucionar sus problemas y acabar con sus necesidades, se ve constantemente envuelto en procesos creativos que, en la actualidad, están centrados en la tecnología. Ese desarrollo es tan profundo que algunos afirman que vivimos en un mundo artificial.
Mientras sea creador, por bajo que sea el nivel de su creación, un hombre puede considerarse verdaderamente libre. Gabriel Marcel (1889-1973) Filósofo católico, dramaturgo y crítico francés.
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