Actualizado el martes, 9 enero, 2024
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El acceso a la mayoría de las páginas web es gratuito. El servicio que ofrecen no se paga con dinero, pero muchas de las compañías que las desarrollan obtienen algo muy valioso para posibles intereses comerciales: desde nuestros datos personales hasta nuestros gustos, pensamientos y deseos. Pero hay algo que deberías tener en cuenta:
“Si no estás pagando por algo,
entonces tú eres el producto que se vende.”
The Virtual Revolution es una serie de televisión británica, producida por la BBC y la Universidad Abierta del Reino Unido y presentada por la doctora en psicología social Aleks Krotoski, que analiza los profundos cambios producidos en la sociedad durante las dos décadas que han transcurrido desde la aparición de la World Wide Web.
«Usted no solo está siendo observado,
usted está siendo vendido»
Desde hace las últimas dos décadas la tecnología informática ha evolucionada y se ha masificado, hasta el punto de modificar casi todos los ámbitos de la sociedad. Sin embargo esta interacción con las nuevas tecnologías de la información han posibilitado nuevas formas de vulnerar el domicilio, las comunicaciones personales y el derecho a la propia imagen. Esta situación es denominada libertie’s pollution o la contaminación de la libertades, expresión con la que se designa la degradación de los derechos fundamentales ocasionada por las nuevas tecnologías.
La serie consta de cuatro capítulos que analizan otros tantos aspectos:
1. ‘The great revelling’ trata sobre la libertad de información
2. ‘Enemy of the State’ acerca de la política y el control social,
3. ’The cost of free’ se ocupa del comercio y la privacidad,
4. ‘Homo interneticus’ analiza cómo las redes sociales han modificado la manera de relacionarnos.
Comparte para dar a conocer estos documentales esenciales sobre qué está pasando con nuestros datos personales en internet.
Las agencias de Inteligencia en el Reino Unidos y los de sus aliados en secreto vigilan las comunicaciones de la mayoría de la gente en todo el mundo. En lugar de criticar a esta vigilancia, medios puntos de venta en lugar han atacado a las personas detrás de la fuga secreta información. Las revelaciones de Edward Snowdee han sacado a la luz abusos de poder en agencias gubernamentales y de inteligencia ; y el autor insta a todos a comprender la importancia de la libertad y la privacidad.
Utilice programas de cifrado al enviar correo electrónico
Las filtraciones de Snowden revelan que el uso de los servicios de Google, Facebook, Microsoft (incluido Skype) y otras compañías puede significar que todas nuestras comunicaciones privadas están expuestas. Para los periodistas, políticos, activistas o cualquier persona que quiera mantener su vida privada verdaderamente privada, el uso de herramientas de cifrado como Pretty Good Privacy (PGP) o el chat Off The Record (OTR) es esencial. Pero cuidado: hay un programa de la NSA que incluso se infiltra en la red The Onion Router (TOR), software que supuestamente permite el anonimato en línea.
Apoya el periodismo independiente
Se supone que los periodistas deben mantener a raya a nuestros políticos electos, revelar la corrupción y defender al resto de la sociedad. En cambio, muchos medios de comunicación temen al gobierno, reteniendo o diluyendo información importante que sus periodistas pueden desenterrar. Sin embargo, hay alternativas: reporteros, blogueros y activistas que no le tienen miedo a la verdad y trabajan para arrojar luz sobre lo que realmente está pasando. Echar un vistazo a las fuentes de noticias alternativas o simplemente ser consciente de que existe el periodismo independiente puede ayudar a mantener el flujo de opiniones diferentes y proporcionar una salida para la verdad.
No Place to Hide
En No Place to Hide, el autor Glenn Greenwald detalla las actividades de vigilancia de las agencias secretas según la información filtrada por el denunciante estadounidense Edward Snowden. En lugar de servir como un medio para evitar ataques terroristas, como afirma la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los EE. UU., Greenwald explica que estas actividades dudosas parecen ser un disfraz tanto para el espionaje económico como para el espionaje al público en general. No Place to Hide también saca a la luz la falta de libertad de los medios para detallar ciertas actividades gubernamentales y de agencias de inteligencia, y aborda las consecuencias que enfrentan los denunciantes por revelar información secreta.
No importa quién seas o qué hagas, el espionaje del gobierno te afecta
El nombre de Edward Snowden, un antiguo contratista de la NSA y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se ha mencionado a menudo en los medios de comunicación. Desde que filtró una gran cantidad de documentos gubernamentales al periodista Glenn Greenwald en junio de 2013, los medios de comunicación de todo el mundo han mantenido un flujo constante de informes que describen la profundidad y el alcance de las actividades de espionaje de las agencias de inteligencia en las democracias más avanzadas del mundo.
No Place to Hide profundiza en el contenido de las filtraciones de Snowden y explica cómo las revelaciones nos afectan a todos. El autor Glenn Greenwald argumenta fervientemente en contra de la vigilancia y la falta de apoyo en los principales medios de comunicación para los denunciantes, mientras lucha por la libertad y la privacidad desde su punto de vista como periodista independiente experimentado y abogado constitucional.
La privacidad individual fomenta quiénes somos y en qué creemos políticamente
A puerta cerrada y entre amigos, ¿son sus opiniones y comportamientos diferentes a los que podría revelar en público, en particular a ciertas personas como su pastor, un policía, sus padres o empleador? La mayoría de nosotros respondería: «Sí».
La privacidad es fundamental para nuestro sentido de libertad. Cuando se ve comprometida, nuestra individualidad sufre y, en cambio, tendemos a comportarnos de la manera que se espera de nosotros.
Cuando sabemos que nos observan, modificamos nuestro comportamiento y nos volvemos más temerosos. Podemos ver esto, por ejemplo, en un experimento de la Universidad de Stanford de 1975. Este estudio reveló que el 77 por ciento de los participantes estaban a favor de legalizar la marihuana. Sin embargo, cuando se les dijo que sus declaraciones debían ser vistas por la policía con «fines de capacitación», la cifra a favor se desplomó al 44 por ciento.
Esto muestra que la vigilancia afecta significativamente nuestra forma de pensar, especialmente cuando se trata de puntos de vista políticos.
Es importante tener disensión política para mantener una democracia sana. Sin embargo, los gobiernos a lo largo de la historia han espiado a los ciudadanos que se atreven a ir en contra del statu quo.
En los últimos años, Internet ha proporcionado una plataforma para que las personas compartan conocimientos y protesten contra la autoridad. Ha permitido a movimientos, como Occupy Wall Street, oponerse a graves abusos de poder.
Desafortunadamente, que un gobierno espíe a los disidentes políticos no es un descubrimiento nuevo. Ya en 1971, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos monitoreaba a varios grupos políticos, como los que estaban en contra de la guerra y los involucrados en el movimiento de derechos civiles. Sorprendentemente, el FBI incluso se infiltró en algunos de estos grupos, haciéndose pasar por miembros, e intentó influir en otros para que cometieran delitos.
La paranoia resultante de este comportamiento encubierto fue suficiente para frenar la disidencia política y, posteriormente, el crecimiento de los movimientos políticos. El espionaje de las agencias de inteligencia impacta nuestras vidas, disminuyendo nuestra privacidad y nuestra libertad.
Las filtraciones de la NSA se publicaron en medio de grandes riesgos tanto para el denunciante como para el reportero
Las filtraciones de Snowden, una de las filtraciones gubernamentales más importantes de la historia, comenzaron con un considerable acto de fe del autor Glenn Greenwald. Sospechaba que la persona que lo había contactado podría ser un fantaseador o incluso parte de una trampa del gobierno, utilizada para derribar a periodistas denunciantes.
Pero la persona que se acercó fue Edward Snowden. Y Snowden había planeado todo cuidadosamente, a pesar de la probabilidad de que lo atraparan.
Snowden es un experto en ciberseguridad que trabajó para la CIA y como contratista privado para la NSA. A lo largo de los años, había cambiado de trabajo, trabajando en diferentes países y aceptando salarios más bajos para reunir documentos clasificados.
Había revisado los archivos antes de presentárselos al autor, sabiendo muy bien que se enfrentaba a cadena perpetua por hacerlo. Los documentos que Snowden entregó fueron los primeros en la historia de la NSA que se filtraron.
Después de las filtraciones, Snowden necesitaba un lugar seguro al que ir, por lo que viajó a Hong Kong, que tiene más libertad política que China continental y estaba relativamente a salvo de la interferencia de Estados Unidos.
Después de las reuniones iniciales, las discusiones que Snowden tuvo con periodistas, editores de periódicos y abogados amenazaron con frustrar la publicación de los documentos.
Snowden había accedido a entregar algunos de los documentos de la NSA a un periodista del Washington Post , y luego se arrepintió después de que el periódico reuniera a un equipo de abogados, que comenzó a intervenir y emitir advertencias. Por temor a posibles consecuencias, el periódico también prohibió a su periodista encontrarse con Snowden cara a cara.
El empleador del autor, el periódico británico The Guardian , también contrató abogados y le preocupaba que lo cerraran, ya que por ley el periódico tenía que informar a la NSA de sus acciones. Posteriormente, la NSA intentó detener las filtraciones y afirmó que los editores del periódico no eran periodistas serios.
Al final, fue el coraje de Snowden, el autor, los editores de The Guardian y otros reporteros independientes lo que condujo a las filtraciones publicadas que rápidamente cautivaron al mundo.
Snowden perdió su libertad para luchar contra la opresión y la invasión de la privacidad del público
Cuando Snowden envió un correo electrónico al autor en diciembre de 2012, se negó a proporcionar más detalles hasta que Greenwald instaló un programa de cifrado para su chat web y su correo electrónico. Snowden sabía lo que estaba haciendo, ya que su conocimiento de las actividades de vigilancia estatal justificaba la necesidad de una comunicación segura y cifrada.
Una vez que los documentos secretos de la NSA que revelaban los objetivos de la recopilación de datos fueron entregados a Greenwald, sus comunicaciones con los periodistas se llevaron a cabo utilizando tecnologías de cifrado.
Cuando Snowden y Greenwald se conocieron, Snowden insistió en que se quitara la batería del teléfono de Greenwald o se colocara en el congelador, ya que los servicios de inteligencia podían activar el teléfono de forma remota y usarlo como dispositivo de escucha.
Las acciones de Snowden demostraron que había elegido vivir con las repercusiones de ser uno de los denunciantes más importantes de la historia.
Uno de los objetivos de Snowden era permitir que los documentos hablaran por sí mismos. Nunca trató de ocultar sus movimientos porque sabía que lo descubrirían y no quería que nadie más asumiera la culpa de sus acciones.
Cuando su identidad fue expuesta, se alojaba en un hotel de cinco estrellas en Hong Kong bajo su propio nombre.
Entonces, ¿por qué Snowden filtró los documentos?
Pensaba en Internet como una extensión de sí mismo y de su personalidad: un lugar para discutir sobre los medios, hacer amigos y formarse opiniones sobre política, filosofía, etc.
Como hemos visto, cuando se da cuenta de que alguien lo está observando, es menos probable que exprese sus opiniones, especialmente si pueden considerarse radicales.
Snowden quería manifestarse en contra de la vigilancia, en Internet o en otros lugares, que servía como una forma de mantener el cumplimiento.
Esta lucha por la libertad en Internet y por informar al público en general de lo que se estaba haciendo en su nombre fue tan significativa para él que renunció a su trabajo senior bien remunerado, a su novia y a su familia para hacerlo.
Las agencias gubernamentales, incluida la NSA, recopilan registros telefónicos y de correo electrónico, invadiendo la privacidad de personas inocentes
Entonces, ¿qué hace exactamente la NSA? Recopilan inteligencia para los Estados Unidos, con fines de defensa nacional y antiterrorismo. Pero esto puede implicar más de lo que cree.
La NSA también recopila los metadatos telefónicos de todos los ciudadanos estadounidenses, husmeando en millones de personas normales que no representan una amenaza para la seguridad. Esto se debe a que un tribunal secreto permitió que la NSA recopilara los detalles de comunicación de los ciudadanos estadounidenses, todos los días.
Tome la comunicación telefónica, por ejemplo. Verizon, una de las compañías telefónicas más grandes de Estados Unidos, entregó sus metadatos a la NSA. Aunque los metadatos no contienen contenido de llamada, sí constan de detalles como números de teléfono, duración de la llamada y hora de la llamada.
La NSA afirma que la recopilación de metadatos no es vigilancia, pero es necesaria para protegerse contra el terrorismo. Sin embargo, los metadatos pueden ser más reveladores que el contenido de una sola llamada telefónica y rara vez están relacionados con el terrorismo.
Aunque un analista de la NSA no conocería el contenido de una llamada, se le informaría, por ejemplo, cuando alguien llamara a una clínica de salud sexual, luego a su seguro médico y luego a una clínica de SIDA.
Además de los registros telefónicos, también se recopilan datos de los servidores de las mayores empresas de Internet.
Los documentos muestran que un programa llamado Prism involucró a las empresas de tecnología más grandes del mundo creando métodos mediante los cuales la NSA podía extraer el contenido de las actividades de Internet de los usuarios.
Por ejemplo, Facebook y Google proporcionan metadatos y el contenido de mensajes privados, chats y búsquedas web, y Microsoft cede los datos relacionados con las llamadas de Skype.
Pero, ¿qué pasa con los derechos de privacidad? ¿Seguramente la NSA necesita una orden judicial para investigar las comunicaciones privadas de los ciudadanos estadounidenses?
Bueno, sí. Sin embargo, sorprendentemente, la NSA no necesita una orden judicial para recopilar detalles de comunicación de ciudadanos no estadounidenses o entre un ciudadano no estadounidense y un ciudadano estadounidense.
Está bastante claro que la NSA invade los derechos de los ciudadanos. Y no es de extrañar que esto haya causado controversia.
La NSA espía a gobiernos extranjeros, incluso aliados, para obtener ventajas políticas y económicas
No es solo la vigilancia doméstica lo que ha traído infamia a la NSA. También se sabe que la agencia espía a gobiernos y organizaciones extranjeras. Estas actividades se extienden mucho más allá del enfoque de la NSA en la seguridad nacional. También hay evidencia de que la NSA ha realizado vigilancia sobre líderes políticos y organizaciones internacionales.
Por ejemplo, mientras espiaba a las Naciones Unidas, la NSA se enteró de los puntos de conversación del secretario general antes de su reunión con el presidente estadounidense Obama. También conocieron las intenciones de voto de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Este tipo de información podría ayudar a los Estados Unidos a comunicarse con otras naciones para influir en el voto en su dirección.
Además, las comunicaciones personales de la presidenta brasileña Dilma Rousseff fueron atacadas por la NSA, y los mensajes de texto enviados y recibidos del candidato presidencial de México (ahora presidente) Enrique Peña Nieto fueron recopilados y examinados. Esta interceptación podría brindarle a Estados Unidos ventajas en América Latina, dado que Brasil y México son importantes productores de petróleo con una influencia sustancial en este sector.
Aunque la NSA niega el espionaje económico, una parte de los documentos filtrados describe actividades que no tienen una explicación alternativa.
Un memorando de la NSA, en particular, analiza los programas para espiar las actividades comerciales y la producción de energía de países que, si bien no son aliados cercanos de Estados Unidos, están clasificados como cooperantes con la NSA.
Por ejemplo, se dice que Japón comparte inteligencia de señales con los Estados Unidos, pero existe evidencia de que sus actividades comerciales son un objetivo secreto de la NSA.
Otros documentos revelan que la NSA y su contraparte británica, la Sede de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ), tienen una lista de empresas extranjeras como objetivos de vigilancia, como la energética brasileña Petrobras.
Todo lo anterior ofrece pruebas de que las actividades de vigilancia de la NSA están claramente traspasando los límites de la agencia con respecto a sus esfuerzos de seguridad nacional y antiterrorismo.
La NSA tiene un poder ilimitado y miente al Congreso sobre sus actividades
Ya en la década de 1970, se publicaron revelaciones sobre el alcance de la recopilación de inteligencia estadounidense. Se suponía que un comité del Senado resultante haría algo sobre este abuso de poder. Sin embargo, recientemente, la recopilación de inteligencia parece haberse vuelto mucho más insidiosa.
Una de las razones por las que la situación ha empeorado es porque existe un tribunal ficticio que la NSA solicita para observar a sus objetivos.
Esta corte – conocido como el de Asuntos Exteriores de Inteligencia de Vigilancia de la Ley de tenis (FISA) – se formó en 1978 por el Congreso de Estados Unidos para decidir sobre qué tipo de actividades de vigilancia se pudo llevar a cabo por los servicios de vigilancia. Este tribunal se reúne en secreto, con el gobierno como único partido presente. Por lo tanto, no es un tribunal normal, que en su lugar incluiría diferentes lados que ofrecen posturas opuestas sobre un tema.
Sorprendentemente, hasta 2002, el tribunal no rechazó ninguna solicitud de vigilancia; desde entonces, solo se han denegado once de las más de 20.000 solicitudes.
Un caso en el que el tribunal de la FISA permitió a la NSA establecer vigilancia fue el caso Verizon antes mencionado, en el que se ordenó a la empresa que proporcionara todos los detalles de las llamadas entre Estados Unidos y el extranjero, además de las llamadas desde dentro de los Estados Unidos.
A lo largo de los años, los senadores han solicitado que la NSA calcule el número de ciudadanos estadounidenses cuyas comunicaciones están siendo interceptadas. Sin embargo, en cada ocasión, la NSA ha negado su capacidad para retener esta información. Pero se ha descubierto que esto es una mentira absoluta.
Sabemos esto porque un documento filtrado reveló un programa de la NSA con el nombre en código «Boundless Informant». Este informe cuantificaba precisamente los datos sobre los que habían preguntado los senadores. Mostró que la NSA había rastreado 3 mil millones de llamadas y correos electrónicos hechos o enviados por estadounidenses y más de 200 mil millones de comunicaciones de este tipo a nivel mundial en un solo mes solo en 2013.
Si bien puede haber casos en que la NSA haya mostrado cierta responsabilidad, sorprendentemente, la agencia continúa llevando a cabo acciones invasivas con relativa libertad.
La NSA y sus aliados más cercanos sabotean las comunicaciones y el cifrado globales
Todos sabemos que hay un grupo de naciones que comparten el mismo idioma: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. También comparten capacidades para espiar al resto del mundo.
Estos cinco aliados utilizan y manipulan sistemas de comunicación avanzados en todo el mundo, sin dejar ningún rincón verdaderamente privado.
La NSA intercepta la entrega de hardware de redes informáticas, como enrutadores y servidores, a clientes internacionales e inserta herramientas de espionaje en ellos. Luego, los dispositivos se vuelven a empaquetar y continúan su tránsito, como si nada hubiera pasado.
Otro ejemplo de interceptación es el programa Tempora del Reino Unido, que realiza la interceptación masiva de datos de comunicaciones de cables de fibra óptica que corren a lo largo del fondo del océano.
Además, el GCHQ del Reino Unido también informó a los países aliados que había creado sistemas para acceder a las comunicaciones de los satélites que se utilizan para operar teléfonos en vuelos comerciales.
La mayoría de los documentos filtrados que detallan estas acciones están codificados para indicar que solo se compartirán entre estos cinco países. Los países celebran conferencias anuales donde debaten e incluso se enorgullecen de su expansión y éxito.
Las actividades anteriores permiten una vigilancia de la población sin precedentes y representan una amenaza para los sistemas de seguridad en todo el mundo.
Por ejemplo, sabemos por los documentos filtrados que a través de un programa denominado Proyecto Bullrun , la NSA y GCHQ pueden romper el cifrado en los registros médicos y bancarios por Internet.
Los expertos en seguridad dicen que los protocolos de Internet ahora no son confiables. La ruptura del cifrado de Internet nos deja expuestos a piratas informáticos y al espionaje de gobiernos extranjeros. Lo que alguna vez considerábamos seguro y protegido ahora está abierto al ataque.
Entonces, ahora que hemos visto el alcance de la vigilancia de la NSA, echemos un vistazo a cómo la agencia puede ejecutar tales acciones
El gobierno reinterpreta la Constitución de los Estados Unidos en nombre de «antiterrorismo»
La cautela de los estadounidenses sobre su privacidad en realidad se remonta a la Revolución Americana. Sin embargo, con el tiempo, la capacidad de las agencias de inteligencia solo ha aumentado, mientras que la privacidad de personas inocentes se ha vuelto cada vez más limitada.
Por ejemplo, la respuesta de George W. Bush a los ataques del 11 de septiembre fue la Ley Patriota de Estados Unidos . Esto incluyó ajustes a la ley gubernamental, con el resultado de que las organizaciones de inteligencia podrían obtener acceso a documentos confidenciales como el historial médico de una persona y transacciones bancarias sin necesidad de probar la causa probable de un delito; en cambio, los documentos podrían considerarse relevantes para una investigación.
Luego, el presidente Barack Obama asumió el cargo y se comprometió a crear el gobierno más transparente de la historia de Estados Unidos. Sin embargo, las filtraciones de la NSA muestran que durante el mandato de Obama, la agencia recopiló en secreto registros de una inmensa cantidad de personas.
Incluso las personas que redactaron la ley se sorprendieron de que la Ley Patriota pudiera usarse de esta manera. Un juez federal afirmó que la recopilación masiva de metadatos telefónicos probablemente sería inconstitucional.
Y lo que es más sorprendente, los poderes retenidos por la NSA rara vez se han utilizado para frustrar acciones terroristas.
Por ejemplo, entre 2006 y 2009, la disposición de la Ley Patriota de “adelanto y ojeada”, que concedía una orden de registro sin el consentimiento del objetivo, se utilizó en 1.618 casos de drogas y 122 casos de fraude. ¿La cantidad de veces que se concedió por casos de terrorismo? Solo quince.
Aunque esto es difícil de confirmar, la evidencia de los jueces, los grupos de expertos y otras fuentes muestran que después del 11 de septiembre, la recopilación masiva de datos nunca ha impedido que se produzca un solo ataque terrorista.
Las agencias de inteligencia no detuvieron el atentado con bomba del Maratón de Boston de 2012 o los grandes ataques en Londres y Madrid, por ejemplo.
Entonces, ¿qué tan efectiva es la vigilancia general de la NSA cuando se produce a costa de la privacidad que los estadounidenses han ganado con tanto esfuerzo?
Los principales medios de comunicación mantienen puntos de vista progubernamentales
Todos sabemos que los periódicos pueden estar sesgados, favoreciendo una posición política sobre otra. Pero es posible que no sepa hasta qué punto una prensa libre supuestamente objetiva satisface los deseos del gobierno de Estados Unidos y la NSA.
Los medios están obligados a informar al gobierno de las filtraciones. Por lo tanto, el gobierno tiene la capacidad de detener o retrasar la publicación de historias sobre la recopilación de inteligencia. Exigen que los medios los alerten antes de publicar historias que puedan amenazar la seguridad nacional.
En 2004, dos periodistas del New York Times iban a informar sobre una filtración que revelaba que el gobierno de George W. Bush había permitido escuchar a escondidas a miles de estadounidenses. El editor del periódico fue llamado posteriormente a la Casa Blanca, donde el presidente dijo que si el periódico publicaba el informe, estaría ayudando a terroristas. En consecuencia, la historia no fue a imprenta en ese momento.
Sin embargo, la historia salió a la luz poco más de un año después, después de que Bush fuera reelegido, y justo antes de que los descubrimientos fueran publicados en un libro por uno de los periodistas.
En realidad, se filtran historias importantes para el gobierno y las agencias de inteligencia, mientras que el gobierno filtra historias que funcionan a su favor.
Por ejemplo, periódicos como The New York Times y The Washington Post omitieron la palabra “tortura” al referirse a las técnicas de interrogatorio implementadas cuando Bush estaba en el poder.
Y en 2005, The Washington Post informó sobre las cárceles extranjeras no reveladas de la CIA utilizadas para detener a presuntos terroristas. Estos lugares, conocidos como sitios negros, violaron las leyes de derechos humanos. Sin embargo, los nombres de los países involucrados en el alojamiento de estos sitios se mantuvieron ocultos.
Algunas filtraciones están aprobadas por el gobierno de Estados Unidos, como los ataques con aviones no tripulados a militantes paquistaníes y el asesinato de Osama Bin Laden. Pero a los medios de comunicación se les prohibió informar sobre los detalles del ataque a Bin Laden, por ejemplo.
Estos métodos son solo algunas de las formas en que el gobierno sesga la percepción del público sobre sus propias acciones y las acciones de la NSA.
Los denunciantes son difamados por los principales medios de comunicación y atacados por el gobierno
En 2010, el sitio web WikiLeaks comenzó a publicar documentos que revelaban crímenes de guerra del gobierno de Estados Unidos y el contenido de telegramas diplomáticos.
Pero, ¿por qué sabemos tanto sobre las excentricidades del fundador del sitio web, Julian Assange, como sobre estos documentos? Porque los medios de comunicación intentan desacreditar a los denunciantes y a quienes informan sobre información secreta.
Después de filtrar los documentos de la NSA, por ejemplo, Snowden fue descrito como un administrador de TI de bajo nivel y un narcisista obsesionado con la fama. El autor, que publicó historias sobre las filtraciones de Snowden, fue descrito como un mero bloguero o activista, a diferencia de un periodista profesional. Esta distinción es importante, ya que los periodistas pueden estar protegidos legalmente para publicar filtraciones gubernamentales.
Todo denunciante corre el riesgo de ser asesinado. Por ejemplo, cuando Daniel Ellsberg filtró los documentos del Pentágono, mostrando que la administración Johnson había engañado al público y al Congreso sobre la guerra de Vietnam, los subordinados de Nixon allanaron la oficina del psicoanalista de Ellsberg, buscando exponer sórdidos secretos de su vida sexual para desacreditarlo y evitar más fugas.
Cuando se reportan filtraciones de inteligencia, el gobierno comienza a apuntar al periodista que las filtró.
En los últimos años, un tribunal federal dio permiso al Departamento de Justicia para leer los correos electrónicos del jefe de la oficina de Fox News en Washington, James Rosen. Rosen fue acusado de «co-conspirador» porque había trabajado en material con una fuente de filtración del gobierno. La orden declaraba que Rosen había halagado a la fuente para obtener la filtración y detallaba sus comunicaciones sobre cómo evitar la vigilancia. Sin embargo, este es un comportamiento normal para los periodistas y no infringe las leyes contra el espionaje.
Lamentablemente, difícilmente podemos llamarlo «democracia» cuando los denunciantes y los reporteros se caracterizan como fanáticos y criminales en lugar de individuos que luchan por la transparencia del gobierno y sus agencias de inteligencia
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