Actualizado el viernes, 17 junio, 2022
¿Sabías que las muletas apenas han evolucionado desde la época de los egipcios? Durante más de 4000 años el ser humano ha conseguido grandes logros, sin embargo las muletas siguen estancadas, sin ningún cambio importante de concepto. Y quién ha usado muletas alguna vez en su vida se habrá dado cuenta de que el margen de mejora en su diseño y usabilidad es importante.
Conscientes del potencial de mejora de las muletas (entre otras cosas el dolor de manos que termina uno teniendo tras un tiempo de uso) los emprendedores valencianos Alejandro Vañó y Ignacio Mañero han diseñado las muletas KMINA, que estarán disponibles en el mercado a finales de este año 2016. El proyecto, que ha sido apadrinado por el traumatólogo Jaime Usabiaga, se desarrolla en España y cuenta con una campaña de crowfdunding con el objetivo de conseguir financiación. ¡Quedan tan sólo 6 días y les falta muy poco para lograr su objetivo! A través de Kickstarter, KMINA ofrece la posibilidad de donar un modelo a personas mayores, enfermos neuromusculares y de ELA.
Desde muhimu nos ponemos en contacto con KMINA y nos informan que sus muletas se encuentran patentadas desde al año 2012 y que son más económicas que otros modelos que han sido desarrolladas con fines similares. El par de muletas KMINA cuestan 100 euros, lo que facilita su accesibilidad.
Solamente en España viven 1,7 millones de discapacitados que precisan desplazarse fuera del hogar. A este dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hay que sumar todos aquellos que sufren una lesión y que dependen temporalmente de este apoyo.
Con estas muletas buscan transformar el sector de las muletas mediante un gran cambio en el diseño, que mejora y facilita la movilidad de millones de personas, gracias a su comodidad, seguridad e innovación. Con un diseño único, disponen de un sistema de amortiguación patentado y el apoyo de antebrazo inclinado, claves para repartir uniformemente el peso del cuerpo y evitar molestias. De esta manera el esfuerzo se reparte de forma uniforme, y tanto la muñeca como la mano reducen la carga que soportan en un 80%.
Tras años recibiendo a pacientes que se quejaban del dolor en las manos que le producían las muletas al caminar, Jaime Usabiaga -reconocido como uno de los mejores traumatólogos del país quien ha participado en el proyecto como Consejero y Socio Asesor desde sus inicios-, decidió apadrinar esta iniciativa emprendedora para poner solución al problema.
“Me he encontrado casos en los que el uso prolongado de muletas ha derivado en lesiones de muñeca y mano, perjudicando a los pacientes en sus procesos de recuperación por someter su brazo a mucha carga”, comenta el doctor Usabiaga.
KMINA ya ha sido galardonado con el primer premio accésit en la categoría Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) en la última edición de los premios Fundación Caser Dependencia y Sociedad 2016; además esta empresa se encuentra entre las 10 mejores startups de emprendimiento social de España según “La Destilería de Startups”. Por último, ha sido seleccionada para formar parte de la cuarta edición de Lanzadera, la aceleradora de startups de Juan Roig. Estos reconocimientos son síntoma de que el proyecto es un claro avance social.