Actualizado el viernes, 7 octubre, 2016
Si hace unas semanas, un empresario sevillano se hacía un hueco en todas las publicaciones ecologistas del mundo gracias a una máquina capaz de generar agua en el desierto, hoy es el turno de la empresa visueña Instalaciones y Mantenimientos Díaz. ¿El motivo? ha creado «Génesys», un «ahorrador energético», que, según sus responsables, es capaz de reducir la factura de la luz en un ochenta por ciento manteniendo los niveles habituales de consumo en cualquier tipo de instalación eléctrica, además de proporcionar un ahorro de la potencia contratada del setenta y cinco por ciento.
Según sus fabricantes, este sistema se adapta a cualquier tipo de instalación tanto doméstica como industrial «ya que trabajamos desde 700 W, para una auto caravana, hasta 2,7 MW para grandes instalaciones e industrias, y es compatible con instalaciones energéticas renovables, eólicas o fotovoltaicas».
Difíciles comienzos
El inventor de «Génesys» prefiere mantenerse en el anonimato debido a los posibles problemas que puedan derivarse de su actividad, pero es un ingeniero superior nacido en Sevilla, que a sus 34 años ya tiene en su haber varios premios por proyectos innovadores y diez patentes registradas a su nombre. Una de las últimas, y la más exitosa hasta la fecha, ha sido este ahorrador energético que el ingeniero comenzó a fabricar en su cabeza en 2012 y cuya primera patente se registró al año siguiente.
Hasta desarrollar este modelo que ahora presentan, + reconoce haber superado las más peregrinas contrariedades y haber soportado «de todo tipo de descalificativos», incluso tuvo que vender su coche «para poder asumir los costes y construir el actual prototipo».
Una vieja idea para una solución nueva
Según su inventor, el funcionamiento de «Génesys», «es bastante más sencillo de lo que la gente pueda imaginar» y está basado en un principio físico antiguo, «el desfase de onda». Asegura que su logro es «distribuir la energía de una manera más eficiente», y que no ha inventado nada. Todos los componentes de «Génesys» están en el mercado, «el truco está en la forma de combinar esos componentes», explican sus fabricantes, que ya trabajan también en una farola inteligente y han comenzado a diseñar prototipos para que este tipo de tecnología pueda aplicarse en automoción.
Este ingeniero, atesora a modo «de anécdota y recuerdo», un contrato enviado por una importante empresa energética de este país, que le ofrecía «millones de euros por la patente» y afirma que ha llegado a recibir «una oferta telefónica de muchísimos millones de euros por parte de otra compañía eléctrica».
Pero no vendió y asegura que no lo hará: «Mi intención es que esto sea una mejora que llegue a la gente, a industrias y hogares». Repudian «el monopolio de las eléctricas» y están seguros de que este invento «romperá para siempre el abuso de la factura eléctrica, entendemos que la energía es un bien de primera necesidad y no puede tratarse como un artículo de lujo».
Por su parte, José Juan Domínguez, gerente de Instalaciones Díaz y uno de los responsables directos en la fabricación de «Génesys», reconoce que cuando se lo dijeron «no me lo creía, la verdad, pensé que era una mentira, ¿eso cómo iba a ser?». Pero se convenció, según dice, nada más ver funcionar la máquina «con mis propios ojos».
Uso industrial o doméstico
«Génesys» es ya una realidad también para uso doméstico y su tamaño actual «es más o menos del mismo volumen de una lavadora o secadora convencional», aseguran sus fabricantes. En cuanto al coste, instalar uno de estos aparatos en un domicilio estaría por encima de los seis mil euros.
Mariano Fraile, responsable de comunicación de Energeed, asegura que «de aquí a un año» tendrán desarrollado un modelo «del tamaño de un extintor» destinado para uso doméstico y cuyo precio «será muy asequible para el consumidor, dos tercios más barato por lo menos».Además de las ventajas en cuanto al ahorro que puede suponer, «Génesys» se presenta como un importante revulsivo económico y motor de empleo ya que sus fabricantes esperan crear antes de que termine 2016, «unos 50 puestos de empleo directos y la mitad de empleos indirectos». ¿Los problemas? Aún queda por demostrar si realmente conseguirá su gran reto.
Fuente: ABC Sevilla
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