Actualizado el lunes, 12 junio, 2023
Hay un movimiento DIY («Do It Yourself», «Hazlo tú mismo»)desconocido por la mayoría pero que cada vez acumula cada vez más fuerza y polémicas: la Biología de garaje (en referencia a los comienzos de la revolución informática). Es un movimiento internacional de ciencia ciudadana que trata de crear una versión accesible y distribuida de la biología, a través de soluciones tecnológicas de bajo coste y suele ser externa, y en cierto modo ajena, de los entornos convencionales en los que podemos encontrar el estudio y desarrollo de la biología como pueden ser las universidades y las empresas de biotecnología.
Como muestra de ello, a diferencia de la biología institucional, muchos de los desarrolladores de esta biología DIY no poseen una formación académica en esta ciencia sino que adquieren sus nociones y la practican gracias al conocimiento abierto y el apoyo de una comunidad.
¿Qué es el BioHacking?
Biohacking es un término que ha ido ganando terreno en los últimos años. Se refiere al proceso de utilizar la ciencia y la tecnología para mejorar el bienestar físico, mental y emocional. Los biohackers usan una variedad de herramientas, como nutrición, ejercicio, suplementos y opciones de estilo de vida para optimizar sus cuerpos y mentes. Al tomar el control de su propia biología, los biohackers pueden realizar cambios que pueden tener efectos positivos a largo plazo en su salud y rendimiento.
Al democratizar la experimentación de las prácticas biológicas, ha surgido un fenómeno paralelo a este DIY: el biohacking. Tras este concepto encontramos todo un movimiento de acercamiento de la ciencia a la ciudadanía que ha conseguido trasladar los laboratorios de investigación a los “garajes” de todo aquel quiere acercarse a esta ciencia y sumarse a la experimentación colectiva y en abierto.
Los participantes de esta biología casera se identifican por una estética biopunk así como con el movimiento transhumanista y el techno-progresismo. Para aunar no sólo esta estética sino también sus principios, cuentan incluso con un Manifiesto Común, en el que podemos encontrar algunas de sus reivindicaciones, como son por ejemplo, la alfabetización científica de la sociedad para que esta pueda ser colaboradora activa de su propia salud, sus interacciones con sus propios cuerpos y medio ambiente, la calidad de su comida, agua o aire.
Pero el biohacking va mucho más allá y aspira también a la gestión de la propia biología utilizando una serie de técnicas médicas, nutricionales y electrónicas con objeto de ampliar las capacidades físicas y mentales del sujeto.
Esto puede sonar a simple ciencia ficción pero ya hay ejemplos y casos muy reales que han podio llevar a la práctica como por ejemplo “Circadia”, un dispositivo de código abierto implantable en el cuerpo y que puede leer datos biomédicos y transmitirlos a Internet a través de bluetooth. Cualquier usuario puede descargárselo, modificarlo o utilizarlo para sí mismo. El implante, no solo acumula datos médicos, también puede mostrar (mediante LEDs a través de la piel) mensajes, advertencias o textos desde un smartphone con Android al implante.
¿Increíble? Pues como os decíamos, Circadia es solo un pequeño ejemplo. Estos nuevos hackers se experimentan en todos los campos imaginables de la biología genética como la extracción de ADN en casa con fines didácticos pero también, planteando polémicos problemas de bioseguridad.
¿Existirían problemas relacionados con el biohacking? Estandarizar los protocolos de seguridad ha de ser una obligación para cualquier investigador, profesional o amateur, para garantizar que los experimentos ofrecen buenos resultados, y no perjuicios en el futuro. Aunque como también explica Markus Schmidt en este artículo, la filosofía hacker aplicada a la biología presenta los siguientes principios:
Be safe, do not damage anything, do not damage anyone, either physically, mentally or emotionally, be funny, at least to most of the people who experience it.
El movimiento de biología DIY, al igual que la biología sintética, ha sido el objeto de numerosos artículos de prensa en los que se utilizan argumentos como el síndrome de Frankenstein para crear un estado de alarma alrededor de él, asociándolo al bioterrorismo. En realidad los principales laboratorios de biología DIY son vigilados por las agencias del estado de diferentes países para asegurarse que sus actividades no presentan ningún peligro, y a veces llegan a colaborar con ellas.
En junio de 2013 el laboratorio estadounidense BioCurious propuso un proyecto en la plataforma de financiamiento participativo Kickstarter para crear plantas genéticamente modificadas que brillaban en la oscuridad. A raíz de la polémica que se generó a partir de él sobre los usos apropiados de las biotecnologías, Kickstarter decidió prohibir las campañas que prometieran organismos genéticamente modificados como recompensa.
Otra de las polémicas parten de los movimientos grinder (modificación corporal destinada a aumentar las capacidades sensoriales del ser humano) y transhumanista también se han apropiado del término biohacker, que entienden como la experimentación biológica sobre uno mismo por medio de diferentes implantes electrónicos y de nuevos modos de alimentación. Sin embargo, la mayoría de laboratorios de biología DIY tiende a desvincularse de estas corrientes ideológicas a causa de los riesgos sobre la salud humana que éstas podrían conllevar.
Además de causar polémicas, los biohacker, al igual que sus compañeros informáticos y periodistas, también están organizándose para desvelar las prácticas poco éticas del mundo empresaria. En particular, los miembros de Four Thieves Vinegars, se definen como un grupo de biohackers cuyo objetivo es desarrollar métodos que permitan a cualquier ciudadano con unos conocimientos básicos, fabricar sus propios medicamentos y luchar de esta forma contra un sistema que termina privando a muchos de sus derechos de acceso a la medicina por varias razones.
Según detallaba eldiario.es, este mismo verano estalló otra polémica vinculada al precio de las inyecciones de epinefrina comercializadas por la compañía Mylan y conocidas como EpiPen, que se utilizan como tratamiento de emergencia para tratar reacciones alérgicas graves. En la actualidad cada pack de dos unidades se vendía a 600 dólares, sin embargo, un equipo de biohackers consigió crear una dispositivo similar por menos de 30 dólares.
Four Thieves Vinegar (traducido como el vinagre de los cuatro ladrones) y ha utilizado componentes que se pueden comprar a través de internet por un precio que ronda los 30 dólares. El colectivo ha colgado un documento con instrucciones en su página web y ha publicado un vídeo en el que explican cómo crear el dispositivo autoinyectable, que han bautizado como EpiPencil.
Con esta acción los activistas han demostrado que el dispositivo es relativamente sencillo y barato de producir, algo que ya habían reconocido varias fuentes del sector farmacéutico según informó la cadena americana NBC.
Estas son algunas páginas esenciales para conocer algo más sobre ellos:
- Biocurious, hackerspace for biotech in Sunnyvale
- Biofoundry, Australia’s first biohacking space based in Sydney
- Bricobio, Montreal’s first BioTech Biohacker Space
- Counter Culture Labs, biohacking space in Oakland (EE.UU.)
- Genspace, community based lab in Brooklyn, New York providing scientific education
- Hackteria, Open Source Biological Art, DIY Biology, open source software, open source hardware
- La Paillasse, Paris (France)
- London Biohackspace, London (United Kingdom)
- Open Wetlab, Amsterdam (Holland)
- SyntechBio, Latin American Network of Biohacker Spaces
- TheLab, biohackerspace and community lab in Los Angeles (EE.UU.)
- Univercité, Renens (Switzerland). It includes the Hackuarium laboratory
¿Quién es Ellen Jorgensen?
En el mundo actual, el término «biohacking» ha ganado popularidad y se ha convertido en una tendencia fascinante en el ámbito de la biología y la tecnología. Uno de los nombres destacados en este campo es Ellen Jorgensen. En este artículo, exploraremos la vida y el trabajo de Ellen Jorgensen, una figura influyente en el mundo del biohacking. Además, descubriremos cómo tú también puedes involucrarte en esta emocionante área y crear un impacto significativo.
Ellen Jorgensen es una científica e innovadora reconocida a nivel mundial. Es conocida por su papel fundamental en el movimiento del biohacking y su objetivo de hacer que la biología sea accesible para todos. Jorgensen es cofundadora de Genspace, el primer laboratorio comunitario de biología sintética en Nueva York. Su visión es empoderar a las personas para que se conviertan en creadores y exploradores de la biología, sin importar su formación académica o experiencia previa.
Biohacking: Explorando las posibilidades
El biohacking se define como la práctica de realizar experimentos biológicos fuera de un entorno tradicional de laboratorio. Este movimiento ha abierto nuevas puertas y ha democratizado el acceso a la biología. Gracias a figuras como Ellen Jorgensen, cualquier persona interesada en la biología y la tecnología puede sumergirse en este fascinante mundo.
El impacto de Ellen Jorgensen
Ellen Jorgensen ha dejado una huella significativa en el campo del biohacking. Su enfoque pionero en la educación y la promoción de la biología abierta ha inspirado a miles de personas en todo el mundo. Jorgensen cree en la importancia de compartir conocimientos y fomentar la colaboración entre los entusiastas de la biología. Ha demostrado que cualquiera puede aprender y participar en experimentos biológicos, independientemente de su formación.
Cómo involucrarte en el biohacking
Si te interesa el mundo del biohacking y deseas seguir los pasos de Ellen Jorgensen, hay varias maneras de involucrarte:
1. Únete a un laboratorio comunitario
Al igual que Genspace, hay laboratorios comunitarios de biología sintética en varias partes del mundo. Estos espacios proporcionan acceso a equipos, recursos y conocimientos necesarios para llevar a cabo experimentos biológicos. Únete a una comunidad de entusiastas y aprende de expertos en el campo.
2. Aprende de recursos en línea
Internet está lleno de recursos educativos que pueden ayudarte a adquirir conocimientos sobre biología y biohacking. Existen cursos en línea, tutoriales y blogs especializados que pueden brindarte una base sólida para comenzar tus propios proyectos.
3. Participa en eventos y conferencias
Asistir a eventos y conferencias relacionados con el biohacking es una excelente manera de conocer a otros entusiastas y expertos en el campo. Estos eventos suelen ofrecer charlas, talleres y oportunidades de networking, lo que te permitirá aprender y conectar con personas afines.
Ellen Jorgensen ha demostrado que el biohacking no es solo para expertos en laboratorio, sino que está abierto a cualquier persona apasionada por la biología y la tecnología. Su trabajo ha allanado el camino para que cualquiera pueda aprender y contribuir en este emocionante campo. Ahora es tu oportunidad de sumergirte en el mundo del biohacking y hacer tus propias contribuciones. ¡Explora, aprende y sé parte de esta revolución científica!